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¿Alzheimer o pérdida de memoria? Aprende a diferenciarlos con la ayuda de un paciente

El alzhéimer es una enfermedad que afecta a más de 800.000 personas en España y que supone un gran reto para la sociedad, la ciencia y el sistema sanitario, según explica la Sociedad Española de Neurología (SEN) y detallan que el Alzhéimer es la causa más frecuente de demencia, representando el 60% de los casos, y se estima que cerca del 30% de los afectados no están diagnosticados. El diagnóstico precoz es fundamental para poder aplicar tratamientos que retrasen el deterioro cognitivo y mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias. 

Por eso, algunos de los proyectos de investigación que se están llevando a cabo en España se centran en la búsqueda de biomarcadores que permitan detectar la enfermedad en sus fases iniciales o incluso antes de que aparezcan los síntomas. Por ejemplo, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) está desarrollando un test sanguíneo basado en la medición de proteínas relacionadas con el alzhéimer.

Otra línea de investigación que está cobrando relevancia es la que explora la relación entre la microbiota intestinal y el Alzhéimer. Algunos estudios sugieren que la composición y el funcionamiento de las bacterias que habitan en nuestro intestino podrían influir en el desarrollo y la progresión de la enfermedad, y que modificar la microbiota mediante probióticos, prebióticos o trasplantes fecales podría tener efectos beneficiosos. Asimismo, se están investigando otras posibles causas o factores de riesgo del alzhéimer, como las infecciones víricas, la contaminación ambiental o el estrés oxidativo.

 ¿Alzhéimer o pérdida de memoria? Para diferenciarlos, OK SALUD entrevista a un paciente de 76 años de edad que fue diagnosticado de Alzhéimer en septiembre de 2021. E.R.F. es madrileño y prefiere mantener su nombre completo en el anonimato, pero detalla ampliamente su experiencia con el diagnóstico, la evolución y el impacto de la enfermedad en su vida cotidiana:

Los síntomas del Alzhéimer, generalmente, se desarrollan lentamente. Así lo relata E.R.F, que pensó, al igual que su familia, que los síntomas que sufría eran parte del envejecimiento normal. Todo cambió con el tiempo cuando esos indicios fueron empeorando: «Olvidaba dónde había dejado las llaves de casa o dónde estaba la panadería a la que acudía prácticamente a diario».

E.R.F. relata a este diario, que participó en el marco de las actividades de la campaña ‘Imagínate quedarte en blanco y…’, una iniciativa que se desarrolla en Madrid por segundo año consecutivo en  colaboración con la Asociación Alois Alzhéimer, AFA Alcorcón (lanzada por CBRE de manera conjunta en 46 centros comerciales de toda España y Portugal), y fue cuando el neurólogo realizó una evaluación más completa. El proceso de diagnóstico fue largo y complicado. 

E.R.F.  convive con su esposa, de 74 años de edad, la cual no presenta problemas de salud y tienen una hija que reside fuera de Madrid y acude cada dos meses a visitarles. Los familiares relatan que, primero, el médico realizó una serie de pruebas cognitivas para evaluar la memoria y habilidades mentales, además de un análisis de sangre y resonancias magnéticas para descartar otras posibles causas de los síntomas.

Después de varios meses de pruebas y evaluaciones, finalmente recibieron el diagnóstico: «Tenía Alzhéimer en una etapa temprana. Fue un momento difícil para nuestra familia», describe E.R.F. Ante esto, es de vital importancia aprender a diferenciar las pérdidas de memoria por el envejecimiento del Alzhéimer. El Alzhéimer y los problemas de memoria pueden parecer similares en algunos aspectos, pero existen diferencias significativas entre ellos. Estas son algunas de las diferencias clave:

Alzhéimer: Es una enfermedad neurodegenerativa progresiva. Se caracteriza por cambios en el cerebro, como la acumulación de placas de proteína beta-amiloide y ovillos de proteína tau. Estos cambios afectan la función cerebral con el tiempo.

Problemas de memoria: Pueden ser causados por una amplia variedad de factores, como el estrés, la falta de sueño, la depresión, la ansiedad o el consumo de alcohol o drogas. También pueden ser causados por problemas médicos no relacionados con la neurodegeneración.

Alzhéimer: Es una enfermedad progresiva que empeora con el tiempo. Los síntomas suelen comenzar con dificultades leves en la memoria y otras funciones cognitivas, pero eventualmente pueden afectar significativamente la capacidad de una persona para llevar a cabo actividades diarias.

Problemas de memoria: Los problemas de memoria causados por factores temporales, como el estrés o la falta de sueño, tienden a ser temporales y reversibles una vez que se abordan las causas subyacentes.

Alzhéimer: Además de la pérdida de memoria, incluye una variedad de síntomas cognitivos y conductuales, como la desorientación en tiempo y espacio, la dificultad para comunicarse, la pérdida de habilidades motoras y cambios en la personalidad y el comportamiento.

Problemas de memoria: Por lo general, se limitan a dificultades en la retención de información o la recuperación de recuerdos recientes, sin los cambios cognitivos y conductuales más amplios asociados con el Alzheimer.

Alzhéimer: Es más común en personas mayores, generalmente en aquellos mayores de 65 años, aunque también puede afectar a personas más jóvenes (llamado Alzheimer de inicio temprano).

Problemas de memoria: Pueden ocurrir en personas de cualquier edad y pueden ser más comunes en situaciones de estrés o desequilibrios emocionales.

«En resumen, mientras que el Alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa grave que afecta múltiples funciones cognitivas y tiene una progresión constante, los problemas de memoria suelen ser temporales y pueden deberse a una variedad de factores reversibles», destacan los organizadores de la campaña.

De este modo, si alguien está experimentando problemas de memoria persistentes o preocupantes, es importante consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada y un diagnóstico preciso.

Síntomas que empeoran

Todos los síntomas mencionados anteriormente empeoran con el tiempo, «En mi caso, cada vez soy más dependiente de mi mujer, la cual es mi cuidadora. Presento dificultades en la planificación de tareas, toma de medicación, manejo del dinero y en alguna ocasión me he desorientado».

La enfermedad interfiere en las tareas cotidianas de este madrileño, que hace hincapié en que hay medios para retrasar la progresión de la enfermedad, «Llevo más de un año acudiendo a tratamiento de psicoestimulación en la asociación de Alzhéimer Alois Alzheimer, AFA Alcorcón. Me ayuda a mantener mi independencia el mayor tiempo posible. Realizo actividades de estimulación cognitiva (lenguaje, cálculo, orientación, concentración, etc.), actividades de la vida diaria, estimulación física, actividades recreativas y sociales y recibo apoyo emocional», cuenta E.R.F.

Con todo, este madrileño no cree que se investigue lo suficiente y considera que la dotación económica para ello es «insuficiente». «Solicitamos a las Administraciones el compromiso de dotar de los recursos económicos suficientes para la investigación del Alzhéimer, ya que sin investigación no hay posibilidad de desarrollar tratamientos más efectivos. En última instancia, hay que buscar una cura y, mientras no haya cura, es fundamental que se dote de los recursos necesarios a  las asociaciones de familiares de enfermos de Alzhéimer, que son las que proporcionan los recursos necesarios, tanto a las personas afectadas como a sus cuidadores y/o familiares», concluye E.R.F.

Por su parte, desde la asociación Alois Alzhéimer de Alcorcón recuerdan: «Es importante recordar que el Alzheimer es más común en personas mayores, pero también puede afectar a personas jóvenes, aunque es menos frecuente. Es una enfermedad que le puede ser diagnosticada a cualquiera. No somos islas con nuestro problema particular, De hecho, nacimos de una necesidad y está ahí estamos para ayudar».