Otra lección del doctor Zidane

Zidane era un hombre feliz cuando apareció por la sala de prensa del Signal Iduna Park. Y no era para menos. El Real Madrid había jugado el mejor partido de la temporada y el técnico francés había vuelto a sentar cátedra desde el banquillo en otra noche donde el entrenador del conjunto blanco se ganó aún más respeto.

Porque la pizarra de Zidane volvió a salir victoriosa otra vez más. El técnico galo tenía claro que para vencer al Borussia primero había que tener el balón y para ello era esencial realizar una buena presión alta para que los jugadores de calidad del mediocampo alemán intervinieran lo menos posible en el juego.

Y así sucedió. Cristiano Ronaldo y Bale fueron los primeros en trabajar en defensa a la hora de hacer la presión en bloque alto y el técnico se encargó de ensalzar la labor de ambos jugadores en la rueda de prensa posterior al choque. La labor de los aviones blancos era presionar alto y buscar los espacios a la espalda de los defensores del Borussia que jugaron de forma adelantada como lo suelen hacer habitualmente.

Los atacantes tenían clara su labor y los centrocampistas también. Porque la sala de máquinas compuesta por Casemiro, Modric, Kroos e Isco volvió a funcionar como en el último tramo de la temporada pasada. El partido de los cuatro rozó el sobresaliente (especialmente cabe resaltar el recital de Modric) y eso facilitó la victoria. Este póker de jugadores acaparó el balón y buscó con vehemencia el pase a la espalda de los defensas germanos. Y de ahí llegaron los goles del Real Madrid.

Otro entrenador que cae ante Zidane

Zidane preparó el partido tácticamente de 10 y eso se tradujo en un diferencia en el resultado que podría haber sido mayor si los atacantes hubieran estado más precisos en el remate. Pero como ha dicho Zidane repetidas veces ante las críticas, «lo importante es tener ocasiones».

Así que Peter Bosz fue el último técnico en claudicar ante un Zidane que ha pasado de estar relacionado con la palabra flor a hacerlo con el término estratega. Porque en los casi dos años que lleva sentado en el banquillo del Real Madrid, los mejores entrenadores del mundo han sucumbido ante la inteligencia táctica de un entrenador novato por edad pero viejo en sabiduría.

José Mourinho, Diego Simone, Carlo Ancelotti, Luis Enrique o Ernesto Valverde saben lo que es recibir un baño táctico de un Zidane que ya está considerado como uno de los mejores entrenadores del mundo en la actualidad. Si por si acaso a una parte de la opinión pública no le valían los siete títulos conquistados en menos de dos años, demostraciones tácticas como ante el Borussia igual sirven para que acepten que Zidane está hecho de otra pasta.