El pueblo del País Vasco francés a media hora de San Sebastián para ver en el puente de diciembre
San Juan de la Cruz es el pueblo del País Vasco francés que puedes visitar este puente de diciembre
El pequeño pueblo más bonito del País Vasco a media hora de Bilbao
El diminuto pueblo del País Vasco en el que sus 300 habitantes tienen rentas de más de 40.000 euros

Si para esta próximo puente de diciembre, estás pensando en una escapada sencilla, de las que no requieren planear demasiado, tenemos el destino perfecto para ti, especialmente si vives en el País Vasco. Desde San Sebastián, la frontera está a un paso, y al otro lado espera uno de los pueblos más bonitos del País Vasco francés, perfecto para una visita sin prisas este próximo fin de semana largo.
Hablamos de San Juan de Luz, o Donibane Lohizune, un pueblo del País Vaco francés que combina historia, mar y un ambiente que en diciembre tiene algo especial. Es un destino que sorprende incluso a quienes ya lo conocen, quizá porque mantiene esa mezcla tan difícil de conseguir: un pueblo vivo, con comercios abiertos todo el año, pero sin perder su esencia marinera. Y todo ello rodeado por un paisaje que cambia a cada tramo del paseo. En apenas treinta minutos desde San Sebastián estás ya aparcando junto al puerto o caminando hacia la Grande Plage. Es un trayecto corto que permite aprovechar el día entero, desde un paseo matinal junto al mar hasta una merienda en alguna de sus pastelerías clásicas. Y si algo tiene este pueblo es que, cuanto más callejeas, más te gusta. Sin duda la escapada perfecta para el mes de diciembre.
El pueblo del País Vasco francés para ver en el puente de diciembre
San Juan de Luz es un pueblo que siempre aparece entre los más bonitos del País Vasco francés, y lo hace con motivos. Su ubicación, entre el mar y las montañas, le da un carácter muy particular. Gran parte de su encanto está en ese primer paseo por el casco histórico, donde las fachadas vascas, los colores tradicionales y las tiendas locales crean una atmósfera acogedora incluso en invierno. Es un lugar que invita a caminar, sin más.
La historia también está muy presente. Aquí se casaron Luis XIV y la infanta María Teresa en 1660, un hecho que dejó huella en varios de sus edificios más emblemáticos. La iglesia de San Juan Bautista, uno de los monumentos más visitados del pueblo, conserva la estética y las galerías de madera que la hacen tan reconocible. Su interior sorprende y merece una visita con calma.
Grande Plage y las cinco playas del municipio
La gran playa urbana es uno de los motivos por los que San Juan de Luz recibe visitantes durante todo el año. Incluso en diciembre, cuando el tiempo es fresco, caminar por la arena tiene ese punto relajante que solo ofrecen las playas amplias y protegidas. Además de la Grande Plage, el municipio cuenta con otras cuatro: Erromardie, Lafitenia, Mayarco y Senix, cada una con su propio carácter. Son perfectas para un paseo corto o para simplemente sentarse un rato a contemplar el mar.
El paseo marítimo Jacques Thibaud
Paralelo a la playa discurre uno de los espacios más conocidos de San Juan de Luz: el paseo marítimo Jacques Thibaud. Es un recorrido cómodo, accesible y con vistas continuas al mar y a las casas tradicionales que se levantan justo frente a la costa. Une la zona del puerto con Santa Bárbara y es uno de esos sitios donde el tiempo parece correr más despacio. Ideal para fotos, para caminar sin destino concreto y para entender el estilo de vida del pueblo.
La Iglesia de San Juan Bautista
La iglesia de Saint Jean Baptiste es uno de los lugares imprescindibles de este pueblo del País Vasco francés. Aquí se celebró la boda más famosa del siglo XVII y, aunque el exterior es sobrio, el interior sorprende por sus galerías de madera, su retablo y el órgano. La visita es sencilla, dura apenas unos minutos, pero deja la sensación de haber entrado en un espacio con historia real, de esos que aún conservan la huella de lo que pasó.
View this post on Instagram
El puerto pesquero
Si quieres ver el San Juan de Luz más auténtico, basta acercarse al puerto pesquero, uno de los más importantes de Iparralde. Barcos, lonja, pescadores entrando y saliendo, es una estampa que cambia según la hora, pero que mantiene siempre ese aire de pueblo vivo. Cerca está también el mercado de Les Halles, abierto por las mañanas, ideal para encontrar productos locales de calidad.
La Casa de Luis XIV y la Casa de la Infanta
En la plaza Louis XIV se encuentra la Maison Louis XIV, construida en 1643 y utilizada por el rey durante su estancia en el pueblo. Es una visita interesante para entender la importancia que tuvo San Juan de Luz en aquella época.
Muy cerca, junto al puerto, está la Casa de la Infanta, un edificio rosado que aún conserva la habitación donde se alojó María Teresa. Su salón del siglo XVII es uno de los espacios más fotografiados.
Rue Gambetta y la vida del pueblo
La Rue Gambetta es la arteria comercial de San Juan de Luz. Es una calle muy viva durante todo el año y perfecta para comprar algún recuerdo, tomar un café o simplemente mirar escaparates. En diciembre mantiene actividad, pero sin las aglomeraciones del verano.
Santa Bárbara y las mejores vistas
Y para ver el pueblo desde arriba, nada mejor que subir a Santa Bárbara, una colina llena de caminos y miradores naturales. Es una zona muy tranquila, ideal para ver el atardecer y para entender cómo se extiende el casco urbano entre el mar y las montañas.
Si buscas un plan que combine historia, paseo y mar, este pequeño pueblo del País Vasco francés es una de las mejores opciones que tienes para este puente de Diciembre. Para llegar desde San Sebastián basta con tomar la autopista hacia la frontera y seguir dirección Bayona; en unos treinta minutos, sin desvíos complicados ni carreteras secundarias, estarás ya entrando en San Juan de Luz. Es un trayecto cómodo, rápido y perfecto para aprovechar el día desde primera hora, incluso si decides improvisar la escapada en el último momento.