Xisco Antich, el buen socialista

Xisco Antich, el buen socialista

Francesc Antich representaba lo mejor del socialismo, una forma de entender política muy alejada del monstruo omnívoro creado por Pedro Sánchez que se alimenta del enfrentamiento. Para el ex presidente balear la conducta correcta era precisamente la antagónica: moderación, diálogo y consenso, tres conceptos que marcaron las dos legislaturas en las que presidió el Parlament Balear.

La carrera política del venezolano de nacimiento pero algaidí de corazón Francesc Antich comenzó de manera incipiente como alcalde de su pueblo a comienzos de la década de los 90. De ahí dio el salto al Consell de Mallorca en época de Maria Antònia Munar dando ya los primeros esbozos de su talante desde su cargo de conseller de Medi Ambient cuando tuvo que discutir con los grupos ecologistas la puesta en marcha de la nueva incineradora.

No sólo salió airoso del trance, sino que ahí empezó a labrarse un camino que le llevaría al frente del PSIB primero y del Govern después, convirtiéndose en 1999 en presidente del Parlament. Fue el primer presidente de izquierdas en Baleares desde la transición, pero no lo tuvo fácil porque el crisol de fuerzas políticas con las que tuvo que lidiar fue enorme. El desgaste le costó perder las elecciones en 2003, pero recuperó el mando en 2007 gracias a la alianza tejida con Maria Antònia Munar. En 2011, tras la llegada de José Ramón Bauzá al poder, pasó a ejercer como senador autonómico. Su último cargo fue el de presidente de la Autoritat Portuària, que ha desempeñado desde 2020 hasta su fallecimiento.

Se va un buen político, un hombre honrado y una magnífica persona. Baleares va a echarle de menos, y hoy en su recuerdo son muchos los que le evocan para demostrar que es posible hacer otro tipo de política en el espectro socialista. Xisco Antich fue la mejor prueba de ello.

Lo último en Opinión

Últimas noticias