Un virus distinto, pero la misma incompetencia
La tardanza del Centro Nacional de Microbiología, dependiente del Ministerio de Sanidad, en analizar los casos sospechosos del virus de la viruela del mono -los resultados están tardando aproximadamente una semana- amenaza con dificultar el rastreo y adoptar las medidas necesarias para frenar la transmisión. Mientras países como Reino Unido, Francia o Alemania ya han anunciado que van a vacunar a los contactos estrechos de los contagiados, en España la demora en la detección del virus amenaza con provocar un cuello de botella que impida reaccionar con rapidez para contener su expansión. Y es que lo que no tiene sentido es que sólo el Centro Nacional de Microbiología sea el organismo encargado de analizar las muestras de casos sospechosos en toda España, porque así es imposible, por ejemplo, adoptar medidas eficaces sobre los focos de contagio.
De nuevo, la imprevisión del Gobierno está siendo un factor decisivo para controlar un brote de viruela del mono que en España se ha cobrado ya 59 casos, aunque sólo en Madrid hay pendientes de confirmar otros 43. En estas circunstancias, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso está atado de pies y manos por la indolencia del Ministerio de Sanidad, que notificó antes a la prensa que a la consejería madrileña el resultado de las pruebas del pasado fin de semana. Otra vez el Gobierno socialcomunista vuelve a exhibir una portentosa ineptitud rayana en la negligencia. No sólo es desesperadamente lento en la detección de los casos, sino que es desesperadamente irresponsable por no mantener un contacto directo con la Consejería de Sanidad e informarlas, tarde y mal, de la situación. No puede ser que el Gobierno de Madrid estuviera durante 72 horas sin información alguna, porque eso supone perder literalmente tres días en la batalla contra un virus que ha vuelto a coger al Gobierno de Pedro Sánchez con el pie cambiado. La historia se repite: otra vez la misma necedad e incompetencia
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