La reforma laboral sigue alimentando la recuperación
Los datos de empleo en España siguen en positivo, fundamental para que la rueda de la economía no deje de girar y se potencie tanto el consumo como la capacidad de las arcas públicas. La constante creación de trabajo está siendo la piedra angular sobre la que se asienta la mejoría. A diferencia de la crisis de 1993, cuando España tardó seis trimestres en crear empleo tras recuperar el crecimiento económico, ahora ha sido casi inmediato desde que nuestras cuentas se pusieran en positivo. De hecho, actualmente, por cada nueva pensión hay 14 trabajadores contribuyendo a pagarla con sus cotizaciones. Un dato excelente que, si bien será difícil de mantener, resulta esencial para apuntalar nuestro presente. Además, mejora el contexto de 2015, cuando había 6 afiliados a la Seguridad Social por cada nueva pensión.
Si España está ahora a la cabeza de los países que más crecen con un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) de un 0,8% en el último trimestre es, en gran medida, gracias a la reforma laboral aplicada por el Gobierno. Es cierto que la coyuntura es favorable pero hay que ponderar en su justa medida la gestión de Fátima Báñez. De haberse aplicado antes dichas medidas se habría evitado una sangría de al menos dos millones de puestos de trabajo. Ahora mismo, el crecimiento interanual al 3,4% es óptimo. La pena es que podría ser mucho mejor. El Gobierno que resulte tras las elecciones del 26 de junio deberá profundizar en las reformas si pretende que continuemos en la senda del crecimiento.
Precisamente, la estabilidad política será una de las asignaturas pendientes. Un Gobierno estable resulta imprescindible para afrontar los mayores retos que tiene nuestra economía: mitigar el endeudamiento, que en estos momentos supera el 100% del PIB tras casi 10 años de crisis, y mejorar el déficit. Para ello, el Ejecutivo resultante tendrá que poner coto al dispendio de las autonomías y, sobre todo, garantizar que España ofrece las garantías necesarias para atraer la inversión extranjera. La confianza que logren transmitir nuestras instituciones públicas será clave.