El RCD Espanyol, cómplice de los golpistas de Òmnium

RCD Espanyol

A estas alturas pocos deben saber que Òmnium Cultural fue una de las entidades separatistas que protagonizaron el intento de golpe de Estado del 1 de octubre, uno de los peores ataques que ha sufrido la democracia española desde el inicio de la Transición. De hecho, su presidente, Jordi Cuixart, fue uno de los condenados por sedición por el Tribunal Supremo y si no hubiera sido por los indultos de Pedro Sánchez, seguiría en prisión cumpliendo su pena por los delitos que cometió.

Pues el RCD Espanyol se ve que no se entera de qué va la película. Con la excusa de apoyar una campaña de promoción de la lengua catalana en el ámbito del deporte, el RCD Espanyol se ha prestado a que el capitán del primer equipo, Sergi Darder, salga en un vídeo de Òmnium Cultural con la camiseta y el escudo del club. Repito: el RCD Espanyol de Barcelona ha participado en una campaña de una entidad que apoyó activamente el golpe de Estado del 1 de octubre de 2017 y cuyo entonces presidente, Jordi Cuixart, no paraba de presumir que «lo volverían a hacer».

En el campo del RCD Espanyol no luce la bandera nacional, junto a la de Cataluña y la del club, en el antepalco presidencial. Tampoco está la rojigualda junto a la blanquiazul y la senyera ni en la entrada a las oficinas, ni en las zonas de acceso a la zona noble del estadio. Tampoco en los mástiles que hay en la ciudad deportiva Dani Jarque. A la directiva del Espanyol le ha faltado diligencia para que la bandera que representa a todos los españoles esté en los mismos espacios en los que está la bandera del club y la de Cataluña. En cambio, han sido muy diligentes para colaborar con una entidad que apoyó el golpe de Estado del 1-O y que si hubiera triunfado podría haber significado la purga de miles de socios del RCD Espanyol.

Basta con ver el cariño que la Generalitat, y su brazo mediático -TV3-, ha demostrado en los últimos años hacia el club perico para presumir de cuál sería el futuro del Espanyol en una hipotética República Catalana que, recordemos, consagraba un sistema judicial dependiente totalmente del poder político. Recuerden las votaciones de los plenos de la vergüenza en el Parlament celebrados el 6 y el 7 de septiembre de 2017, con unos textos aprobados dignos de una república bananera mientras se vulneraban los derechos de los diputados de la oposición. De esa república nos libramos gracias al discurso de Felipe VI del 3 de octubre que hizo reaccionar a la sociedad española.

Òmnium Cultural es una entidad que busca marginar al idioma más hablado por los catalanes, el español, de Cataluña. Participar en una campaña suya es blanquear a una asociación fanática, que ha contado con dirigentes que han rozado el supremacismo, como es el caso de Quim Torra, que fue uno de sus vicepresidentes. El RCD Espanyol se ha convertido en cómplice de una entidad totalitaria y excluyente. Si el RCD Espanyol quiere promover el uso de la lengua catalana en el deporte, que haga una campaña propia, pero que no sirva de palanganero a una asociación que roza la hispanofobia.

Sinceramente, da un poco de vergüenza ajena este temblor de piernas que tiene el consejo de administración del RCD Espanyol cuando algunas entidades cercanas al poder nacionalista piden al club perico alguna cosa. Como la Plataforma Pro Seleccions Catalanes, que recibió en 2007 el apoyo del entonces presidente, Daniel Sánchez Llibre. En 2012 esta plataforma volvió a recibir el soporte del club, ya que firmó un convenio con dicha plataforma para apoyar la «internacionalización» de las selecciones deportivas catalanas.

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