Que tomen nota los clientes

Que tomen nota los clientes

United Colors of Benetton tendrá que revisar los acuerdos con sus franquicias para evitar que algunas de ellas se salten las condiciones a la torera y hagan negocio con referencias favorables al golpe de Estado independentista. A la popular compañía internacional de origen italiano no le hace ningún favor lo que ha sucedido en la tienda de Mollet del Vallès (Barcelona). En su escaparte han aparecido cinco maniquíes ataviados con bufandas amarillas. Un símbolo que ha servido para apoyar a los golpistas encarcelados tras el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. La empresa textil debe tomar medidas para evitar dislates como éste. Si no, de manera lógica, los clientes de toda España dejarán de comprar en sus negocios. 

Por mucho que sólo sea en Cataluña, apoyar a unos pirómanos de la política que han tratado de romper España a base de inestabilidad política, social y económica resulta una idea nefasta para la imagen global de la marca. Ese lazo amarillo simboliza también la violencia que los independentistas radicales han desatado en las calles, la persecución del español en comercios y aulas y, en definitiva, las graves acciones que han llevado a la práctica totalidad de sus impulsores hasta la cárcel. Si quieren mantener su clientela en nuestro país, harían bien en desmarcase de esa línea y dejarlo claro entre sus tiendas asociadas. Apoyar a los golpistas es garantía de fracaso y ruina. 

Hasta la Iglesia Católica ha comprobado cómo ha bajado el número de declaraciones de la renta que llevan la ‘X’ a su favor después de su continuada connivencia con los sediciosos en Cataluña. Benetton siempre se ha caracterizado por las polémicas campañas del publicista Oliviero Toscani. No obstante, la mezcla de política, razas y problemas sociales siempre les había acabado granjeando un innegable prestigio a nivel mediático. Un reputación que se esfumará —como se esfumarán los clientes— si no abandonan inmediatamente los guiños hacia uno movimiento ilegal que ya ha sido rechazado por la Unión Europea, por los tribunales y por el sentido común de los ciudadanos que quieren vivir unidos y con la prosperidad como diagnóstico del día a día.

Lo último en Opinión

Últimas noticias