Piqué no es la víctima, es el culpable

Piqué no es la víctima, es el culpable

Por mucho que se empeñe en hacerse la víctima, sólo hay un culpable de la insostenible situación de Gerard Piqué en la selección española: Gerard Piqué. Él y solamente él se ha ganado a pulso el cartel de sospechoso habitual y las antipatías que despierta en toda España, incluida buena parte de Cataluña, claro. Ni los medios ni las redes sociales han creado el monstruo Piqué. Ha sido él solito quien se ha granjeado una legión de detractores.

Piqué es un provocador y un liante. Le encanta meterse en todos los fregaos, pero le gusta aún más disfrazarse de víctima como al lobo vestirse de cordero. No se puede pretender tener actitudes chulescas y un punto macarras con medio mundo y después matar al mensajero y culparle de tus males. No, a Piqué no le han echado de la selección los periódicos de Madrid, ni las redes sociales, ni OKDIARIO, a Piqué le han echado de la selección –o le han empujado a irse– todos los españoles que están hasta el gorro de sus provocaciones, de sus patochadas y de sus constantes gestos contra un país que puede que él no sienta como suyo, pero muchos españoles sí.

A nadie le pitan en todos los campos de su propio país –aunque Piqué tenga todo el derecho a no sentirse español– porque se lo digan los medios. A Piqué le pitan por una intolerable sucesión de desmanes, meteduras de gamba y faltas de respeto, la última cortarse las mangas de la camiseta de la selección para no lucir los colores de la bandera. Es cierto que en Barcelona le han reído las gracias muchas veces. Y a él, como le encanta ser el centro de atención, le motiva seguir provocando. Se viene arriba. Su lista de patochadas va desde escupir a un directivo, hacer una peineta al himno nacional o ponerse chulo con los policías en Barcelona porque le querían multar por tener el coche mal aparcado. Claro, cuando uno es Piqué puede aparcar donde le plazca. Por no hablar de sus constantes faltas de respeto a compañeros de profesión, que es ya el colmo.

No, Piqué, a ti no te ha echado de la selección OKDIARIO, sino las tempestades provocadas por todos los vientos que has ido sembrando desde hace mucho tiempo. Y si Piqué no quiere seguir en la selección, que se vaya ya, no dentro de dos años como los malos políticos que piden agotar su mandato. Eso sí, hay que reconocer que en su campaña electoral a la futura presidencia del Barcelona, Gerard Piqué Bernabéu ha entrado como un líder populista, ganándose a la afición culé envuelto en su capa de víctima. Ha entrado haciendo ruido como un Donald Trump al que no le importa el mensaje, sólo los medios.

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