Papa Francisco, descanse en la Paz del Señor

Francisco, el 267 sucesor de Pedro, ha fallecido en Roma a los 88 años tras una larga sucesión de enfermedades padecidas. La última, una neumonía bilateral (en ambos pulmones) le había mantenido ingresado desde hacía días en el habitual centro hospitalario de tratamiento para los Papas. Allí, por ejemplo -entre otros- fue trasladado Juan Pablo II tras sufrir el atentado en la tarde del 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro del Vaticano, y donde permaneció durante semanas ingresado para recuperarse tras la intervención de urgencia de aquella misma noche.
Francisco ha sido el primer Papa miembro de la Compañía de Jesús (Jesuita), y también el primer Papa americano en la Historia, habiendo sido también el primero en convivir con su predecesor, Benedicto XVI, en el recinto Vaticano, al sucederle tras comunicar éste su decisión de renunciar a la sede Petrina el 11 de febrero de 2013.
El cónclave sucesorio eligió un mes después al cardenal de Buenos Aires, el argentino Jorge Bergoglio, como Papa el 13 de marzo, quien adoptó el nombre de Francisco. Lo hizo evocando al santo de Asís a quien quiso imitar en su desprendimiento y sencillez, renunciando a residir en el habitual apartamento pontificio para hacerlo en la residencia Santa Marta.
Otro rasgo distintivo de su pontificado ha sido su deseo de ser inhumado en la Basílica de Santa Maria la Mayor y no -como sus últimos antecesores- en la Basílica de San Pedro. Gestos de este tipo han caracterizado su pontificado como el desplazarse por la urbe de Roma en vehículos más utilitarios, en un deseo de exteriorizar un afán de mostrar sencillez en su conducta personal.
Su Magisterio ha estado señalado por algunas polémicas con sectores calificados de conservadores frente a los que han calificado el suyo como progresista, en especial en lo relativo a cuestiones vinculadas a la justicia social como la política migratoria, de especial sensibilidad en Europa y EEUU. De su magisterio doctrinal y evangelizador puede destacarse entre las encíclicas Laudato si sobre el cuidado de la casa común, muy centrada en la ecología, y la última Dilexit nos dedicada al Sagrado Corazón de Jesús.
Controvertida en particular es la exhortación apostólica Amoris laetitia sobre el amor conyugal y en la familia, por la interpretación dada acerca de la posibilidad de recibir la comunión los casados por lo civil y los divorciados, contrario a la doctrina del magisterio pontificio previo. También Querida Amazonia sobre el polémico Sínodo ha marcado su pontificado con las imágenes de ser llevada una imagen de la diosa Pachamama a la Basílica de San Pedro y ser recibida por él junto con una representación de la Curia en los jardines vaticanos.
Gestos que han creado cierta división y confusión en los fieles y el colegio cardenalicio, y que han sido considerados por algunos como grave pecado, alimentando la opinión de ser un Papa «rompedor». Es llamativo que de sus numerosos viajes por el mundo haya sido excluida España, de tradición y raíz católica indiscutible y a menos de dos horas de avión desde Roma. Como hizo San Juan Pablo II en cinco ocasiones – y en la primera de ellas durante 10 días- al igual que Benedicto XVI, que estuvo en el Encuentro Mundial de Familias en Valencia en 2006; el año Xacobeo en Santiago y consagrando la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona en 2010, y en la JMJ de agosto de 2011 en Madrid.
También resulta llamativa la ausencia de visitas a su patria Argentina, habiendo viajado por diversos países iberoamericanos, en contraste con sus predecesores a Polonia y Alemania. En el caso de Karol Woytila con una influencia decisiva en los acontecimientos de finales del siglo XX en su patria y el conjunto de la Europa comunista. Como la desaparición, sin violencia alguna, del Muro de Berlín y de la misma URSS.
El cónclave sucesorio estará compuesto por una mayoría de cardenales creados por Francisco, procedentes en bastantes casos de países con reducida población católica y con prelados poco conocidos, lo que abre mucha incertidumbre acerca del eventual electo.
Descanse en la Paz del Señor el Papa Francisco, 267 sucesor de Pedro en la Sede Pontificia. A la espera del «¡Habemus Papa!».
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