¿No han aprendido nada?

¿No han aprendido nada?
¿No han aprendido nada?

Confirmado el hecho de que “gentes del PP” acudieron a Julio Gutiez, propietario de la agencia de detectives Mira, al objeto de investigar fiscal y financieramente a Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta madrileña, confirma que no han aprendido nada. Después de que un ex ministro del PP, Jorge Fernández Díaz, y el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez hayan sido procesados por el espionaje a Luis Bárcenas. Tampoco será necesario recordar aquí la retahíla de procesos judiciales de sus conmilitones que han acabado con sus huesos en la cárcel por violentar las leyes y, al mismo tiempo, pusieron al PP en una situación de difícil retorno desde el punto de vista de la reputación individual y colectiva.

No sé si admirar más su arrojo o su estulticia. La primera víctima ha sido Ángel Carromero, muchacho al que le gustan las emociones fuertes. Aquella vez fue Cuba; ahora lo de la familia de Ayuso. Supongo que poco a poco se irá conociendo más de esa digamos trama investigativa propiciada contra la baronesa más relevante del centroderecha. Porque de los asuntos turbios en la derecha se suele, al final, conocer todo, algo que no ocurre necesariamente en lo relativo a las izquierdas. Verbigracia, las subvenciones públicas a la empresa familiar de los Sánchez, los tejemanejes en forma de lobby/asesoramiento del marido de la ministra de Economía, los contratos a los amigos socialistas de Illa para la adquisición de mascarillas y demás material sanitario o la utilización de los aviones y medios públicos para ir en visita privada a ver al Papa.

Así son las cosas. Y así se las recuerdo. De todo lo anterior podíamos concluir que estos del PP no han terminado de aprender nada. ¿Acaso un tipo con mediana frente despejada no es capaz de intuir que pedir un acto investigativo ilegal de un familiar de una persona tan conocida como poderosa en Madrid conllevaba necesariamente que el no contratado iba a contárselo directamente a la lideresa? Ello al margen de las consideraciones éticas que también se pueden aplicar a este caso.

Creo que se está ajusticiando (sin juicio) a Pablo Casado. No es la primera vez que está en una situación de no retorno. Aunque la del momento resulta especialmente peliaguda. El suicidio televisado en dos tomas (la de Ayuso y la de García Egea) sólo puede acabar con uno de los dos más el presidente en el quinto infierno o, quizá, con los tres a la vez.

Lo más sensible, desde luego, es que, a partir de ahora, ni dios se va a fiar de dios en esa casa.

PD. Los partidos de gobierno, es decir, mayoritarios, tienen que elegir líderes con visión de hombres de Estado. Es uno de los males de la España política. Todos los partidos del arco parlamentario optaron en su día por elegir jóvenes cachorros cuya única visión es el medro personal, la levitación y el vuelo gallináceo. ¡Así nos va!

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