El ministro Torres miente
El sacerdote jesuita y escritor español del Siglo de Oro, Baltasar Gracián, en su Oráculo manual y arte de prudencia, dejó escrito el aforismo que sentencia que «el mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído». A partir del momento en que su mentira es descubierta el mentiroso ya no será creído ni cuando diga la verdad, así que, para intentar mantener su credibilidad, se verá empujado a inventar multitud de nuevos embustes para intentar convencer de la certeza de la mentira que ya ha sido descubierta. La fábula de Esopo, El pastor mentiroso, aquí conocida como Pedro y el lobo, lo explica perfectamente: «En boca de un mentiroso, lo cierto se hace dudoso». Es lo que le pasa a Pedro Sánchez, que tantas veces se ha demostrado que miente que ya ni sus socios de Gobierno creen nada de lo que diga. Y lo mismo ocurre con todos sus ministros.
No hacían falta pruebas, el simple hecho de haber sido ascendido a ministro por Pedro Sánchez, que es el rey absoluto de los troleros, era suficiente para demostrar que Ángel Víctor Torres no le dice la verdad ni al médico. Pero hoy OKDIARIO ha publicado las pruebas que lo demuestran sin la menor duda. Cuando hace un par de meses compareció ante la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, el ministro afirmó «que yo no tengo ninguna relación con el señor Aldama, que dijo que tenía una relación personal conmigo, y si tiene una relación personal conmigo sería fácil que demostrara cuántas reuniones, o llamadas de teléfono, o mensajes compartidos y respondidos hubiésemos tenido en estos años». Hoy OKDIARIO ha publicado las pruebas que demuestran que el ministro Torres le mintió al Senado, lo que debería llevarle a prisión.
El artículo 502.3 del Código Penal establece que: «El que convocado ante una comisión parlamentaria de investigación faltare a la verdad en su testimonio será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses». Ángel Víctor Torres mintió descaradamente ante la comisión de investigación del Senado porque afirmó que no se había reunido con Víctor de Aldama y ya hemos visto pruebas de la primera de estas reuniones que se produjo el 15 de julio de 2020: «Buenas tardes Ángel Víctor, soy Víctor de Air Europa estuvimos ayer un momento por la tarde».
También mintió ante el Senado al afirmar que no tiene llamadas de teléfono ni mensajes compartidos con el empresario, cuando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha demostrado que el ministro recibió y leyó el mensaje el día 16 de julio de 2020 a las 13:15:50 UTC. Y también lo respondió, aunque aún no conocemos lo que dijo en sus respuestas ya que sus mensajes están cifrados con una contraseña a la que la UCO aún no ha logrado acceder.
En este contexto hay que recordar que Víctor de Aldama ha declarado ante el juzgado que se negó a pagar la mordida de 50.000 euros que el socialista Koldo García le pidió para Ángel Víctor Torres por los contratos de suministro de mascarillas formalizados cuando era presidente de Canarias. Y también le ha contado al juez que el ministro disfrutó de un piso alquilado por la trama en la calle Atocha de Madrid destinado a «encuentros de diversa naturaleza», concretando posteriormente que en dichos «encuentros», había «una serie de señoritas en ese piso con unos señores», y que lo pagaba él. Ya hemos visto las pruebas que demuestran que Aldama dice la verdad y el que miente es el ministro, así que pronto comprobaremos que Torres también nos intentó engañar respecto a la mordida y los encuentros con señoritas.
La única forma como los ciudadanos podemos evitar que los políticos nos mientan es dejándoles de votar cuando descubrimos que no son dignos de nuestra confianza, porque, si comprueban que sus votantes son tan sectarios que aun mintiendo les siguen votando, inevitablemente se convertirán en tiranos que dirán y harán lo que sea para aferrarse al poder. La credibilidad de Ángel Víctor Torres ya está al nivel de la de Pedro Sánchez y el resto de sus ministros. Ningún demócrata les puede volver a votar.