Miles de mujeres en peligro por ahorrarse cuatro perras

Editorial pulseras

Si las pulseras antimaltrato que el Ministerio de Igualdad de Irene Montero puso a disposición de las mujeres víctimas de violencia de género -en sustitución de las anteriores de probada eficacia- eran, como presumen, mejores, la pregunta es por qué el Ministerio de Interior decidió mantener para los presos en régimen de tercer grado las primeras. Y la respuesta es sencilla: porque estas pulseras, de fabricación israelí, son infinitamente más fiables. En resumen: a las mujeres maltratadas les cambiaron las pulseras porque las que venían usando -y siguen utilizando los presos- eran demasiado caras, casi diez veces más, de modo que cuando finalizó el contrato, el departamento de Irene Montero decidió ahorrar a costa de la seguridad de las víctimas de maltrato. Ni más ni menos. Más allá de que, dado el sectarismo de Podemos, no quisieran contratar nada que oliera a Israel, la razón fundamental del cambio de las pulseras antimaltrato fue económica. Y para que se hagan ustedes una idea, baste decir que el nuevo contrato, pese a que había mil quinientas mujeres más a proteger, costó menos que el anterior, lo que significa que el abaratamiento vino, precisamente, por el ahorro en las pulseras. Igualdad optó por las más baratas. Y pasó lo que tenía que pasar: lo barato salió caro, porque esas pulseras se convirtieron en un foco permanente de problemas. Las víctimas quedaron durante meses en una situación grave de desprotección fruto de las deficiencias técnicas de unos dispositivos de ínfima calidad. Resumiendo: a las mujeres maltratadas les pusieron las pulseras más baratas del mercado mientras Interior mantuvo y mantiene para los presos las pulseras de probada eficacia.

Estamos ante un escándalo de proporciones gigantescas, porque el Gobierno socialcomunista ha puesto en peligro la seguridad de miles de mujeres para ahorrarse, como quien dice, cuatro perras. Esa es la importancia que le dan a la protección de las mujeres. Y, encima, siguen mintiendo.

Lo último en Opinión

Últimas noticias