Menos penes, menos semen y un poco más de cerebro, señores

biblioteca Dos Hermanas

Un repaso a la sección infantil de la Biblioteca Municipal Pedro Laín Entralgo de la localidad de Dos Hermanas (Sevilla), bastión del PSOE, permite hacerse idea de hasta qué punto la izquierda ha llevado su progresismo en materia sexual a la cumbre del surrealismo más chusco y cateto. Títulos como El semen mola pretenden convertirse en referentes en material sexual, en un manual de instrucciones que resuelva las dudas de los más pequeños. Y para alumbrarles se refieren a «las mil formas del pene» invitando a los niños a familiarizarse con él: «¡Tu pene es precioso tal como es!», se asegura.

La obra pretende -ahí es nada- dar respuesta  al problema de que «la gran mayoría de chicos aprende cómo funciona su cuerpo y su sexualidad por su cuenta a través del porno y de las bromas con los amigos», porque las  familias les dejan «absolutamente solos en este tema». «Se han criado con una gran crítica social a la masculinidad hegemónica y al machismo, pero no tienen referentes ni recursos que les ayuden a ser diferentes a eso que se critica. Por otro lado, las familias y educadores quieren criar a hombres nuevos pero no saben cómo hacerlo». De modo que El semen mola pretende cubrir este vacío proponiendo «una mirada positiva y respetuosa sobre la sexualidad masculina, la primera eyaculación y el semen».

Parece evidente que la izquierda pretende imponer sus códigos en todos los órdenes por la vía del adoctrinamiento, un proyecto de ingeniería social que viene de lejos y que ha encontrado en la ideología de género una excusa perfecta para inocular a los más pequeños su propio concepto de la sexualidad, apoyándose en una sedicente pedagogía que empieza por el semen y el pene y termina no se sabe dónde. No es cuestión de escandalizarse, sino de movilizarse para impedir que el pene sirva de instrumento para que el socialcomunismo perpetre su particular lavado social de cerebro.

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