Más pruebas de la vil alianza de Sánchez con Bildu que les helarán la sangre

Más pruebas categóricas de la sumisión del socialismo a los etarras de Bildu. Primera: el Gobierno navarro de la socialista María Chivite ha abierto el plazo de inscripción para que aquellos que lo soliciten puedan ser incluidos bajo la Ley Foral de reconocimiento y reparación de las víctimas por actos de motivación política provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos. Una norma que inaugura su sistema de indemnizaciones este 2023, y que en la práctica equipara a una víctima navarra de ETA con aquellas que denuncien haber sido «víctimas» de alguna acción de la Guardia Civil u otro cuerpo policial o militar.
Segunda: dado que Bildu y las redes de presos de ETA tienen un grave inconveniente en su camino a la excarcelación de todos los terroristas que aún cumplen condena -ya que la Ley Orgánica 7/2003 que establece las medidas de excepción penitenciaria para presos de la banda exige que los etarras pidan perdón-, el Gobierno está dispuesto a regalarle a los herederos políticos de ETA una flexibilización de la norma para que la justicia no pueda frenar las excarcelaciones en base a la falta de petición expresa de perdón a las víctimas o a la colaboración con la justicia para resolver atentados sin autoría conocida.
Conclusión: Pedro Sánchez y los etarras de Bildu mantienen a pleno rendimiento una estrategia de retroalimentación -yo por ti, tú por mí- que, en esencia, constituye la más ignominiosa y ruin entrega de la dignidad del Estado a una pandilla de miserables sucesores de los asesinos. El Gobierno de España cohabita de forma indecente con los herederos de ETA. Y como muestra, los dos ejemplos que hoy ofrece OKDIARIO. En los próximos días, habrá más ejemplos. Desgraciadamente hay para dar y tomar. Y es que esta legislatura pasará a la historia por ser la de la infamia. Nunca hasta ahora un Gobierno había unido su destino político al de los testaferros de una banda de asesinos.