Llega Sánchez, se quita la careta y aparece… ¡Maduro!
La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado, el Legislativo -Congreso y, también, Senado-, Ejecutivo y Judicial. Basta este breve y básico comienzo editorial para desmontar la pretensión de Pedro Sánchez de acabar con la separación de poderes por la vía de quitar al CGPJ la facultad de nombrar jueces si el PP no pacta antes de julio la renovación de este órgano institucional. Sánchez no ha concretado cómo llevará a cabo el atropello constitucional que baraja, pero, dado que la Constitución exige garantizar la separación de poderes, todo lo que sea invadir el Poder Judicial -que, insistimos, no está sometido a ningún otro poder- supone un golpe al Estado de Derecho.
Este autócrata con ínfulas de dictador que preside el Gobierno de España pretende aunar en su persona todos los poderes del Estado, en una suerte de laica trinidad que es puro totalitarismo. Que el jefe del Ejecutivo haya terminado de quitarse definitivamente la careta era sólo cuestión de tiempo y su última derrota en las urnas parece que le ha espoleado en su idea de acabar con el régimen de libertades consagrado en la Constitución de 1978. Jueces y medios de comunicación críticos han sido colocados en la diana sectaria diana de un personaje que se ha convertido en una auténtica amenaza para la democracia.
Falta saber cuándo y cómo llevará a cabo Pedro Sánchez el golpe, pero entretanto hay que detenerse en una proposición de ley registrada por sus socios de Sumar en la que se plantea suprimir los exámenes de oposición para acceder a la Carrera Judicial y sustituirlos por una fórmula en la que los elegidos sean los alumnos que mejor nota presenten en la carrera de Derecho, una manera de controlar directamente a los jueces desde la base. Están eso: en triturar la Constitución para quebrar definitivamente la separación de poderes. No había más que ver a Sánchez en el Congreso para darse cuenta de que están dispuestos a pasar muy pronto de las amenazas a los hechos.