La importancia de ser Alejo Vidal-Quadras
El jueves 9 estábamos comiendo frente al televisor cuando la noticia nos cayó como una bomba: habían disparado a Aleix. Fue realmente escalofriante. El amigo que conocí hace más de 20 años, cuando ya había dejado Cataluña por Bruselas, fue tiroteado en la cara cuando se dirigía a su domicilio de Madrid. Realmente un milagro, pues la bala cruzó por los pómulos en una trayectoria donde la mínima desviación hubiera acabado con su vida. Durante largos minutos se le dio, incluso, por muerto. El autor del atentado escapó inmediatamente en una moto con otro individuo que le esperó. Según las pesquisas policiales, ambos huyeron hacia el sur a través de la A-42 rumbo a Fuenlabrada, donde se encontró más tarde el vehículo calcinado.
Por suerte, al cabo de media hora parecía claro que su vida no corría peligro. Pero para entonces yo ya había anulado una cita médica a causa de la incertidumbre y del disgusto. No es para menos: Aleix había sido una presencia bastante habitual durante los años en que yo misma fui diputada europea. Además de disfrutar de interesantes conversaciones, confié en él como presentador de alguno de los eventos científicos que organicé. Como el titulado Cómo afrontar el cambio climático, con el famoso ambientalista danés Bjørn Lomborg. También colaboró en actos en apoyo del constitucionalismo catalán, como el que se celebró en el hotel Alma de Barcelona bajo el epígrafe Constitucionalismo en el horizonte europeo. O en la conferencia El derecho frente a los populismos en el marco de la Unión Europea: los últimos acontecimientos en Catalunya con Pere Lluis Huguet, presidente de Llibertats y ex presidente del Consejo de la Abogacía Catalana.
Un atentado profundamente perturbador, pues Alejo Vidal-Quadras fue vicepresidente del Parlamento europeo y más tarde fundador de Vox, y el suceso ocurría justamente el día en que conocíamos la noticia del infame acuerdo entre el PSOE y la última reencarnación de Convergencia: Junts. No podía creer que en este país volviéramos al asesinato político como en tiempos de la ETA y de sus réplicas en Cataluña.
Por los telediarios supimos que los autores emplearon una pistola «de un calibre de nueve milímetros Parabellum», frase que retumba en la cabeza de cualquiera que haya vivido en los «años de hierro». Sin embargo, en su primera declaración ante la policía en el hospital, el político atribuyó el ataque a la relación que aún mantenía con la disidencia iraní a la que lleva apoyando desde su etapa de europarlamentario. Y no tardó mucho el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI), una organización perseguida por el régimen de Teherán, en lanzar un mensaje en su perfil en redes sociales por boca de su presidenta, Maryam Rajavi, señalando al régimen iraní como responsable del ataque: «Para la resistencia iraní está claro: el principal sospechoso es el fascismo religioso que tiene el poder en Irán, contra el que el doctor Vidal-Quadras consagró una parte importante de su vida».
Ya veremos. La policía está haciendo ahora su trabajo y, de momento, bajo el prisma del atentado político. Ya es algo, pues los primeros momentos fueron surrealistas. El deseo de que no se pudiera atribuir el tiroteo -ni siquiera indirectamente- a criminales del espectro donde se enmarcan los socios de investidura de Sánchez propició conjeturas desesperadas. La Policía abordó el suceso al principio como un hecho supuestamente ligado a la criminalidad común (alguien sugirió incluso represalias por «deudas»).
Sin embargo, sorprende que un atentado político no sea un tema hot en los medios de comunicación. Como siempre, nos preguntamos si las víctimas lo son más o menos dependiendo de su pertenencia política. ¿Qué hubiera pasado si el tiroteado hubiera sido, por hablar de otro eurodiputado al azar, Juan Fernando López Aguilar? Las redes van sobradas de memes donde se hacen la misma pregunta. Muchos comparan la abrumadora avalancha de noticias que propició el beso supuestamente robado de un presidente de la Federación Española de Fútbol y lo poco que parecen preocuparse los medios del disparo a bocajarro a un ex político tan significado.
Lo último en Opinión
Últimas noticias
-
El Barça se diluye en cinco minutos en Balaídos
-
Hansi Flick, tras la ‘empanada’ del Barça ante el Celta: «Hemos jugado muy mal partido»
-
Otro error de Correos en un sello: le cambia el nombre al descubridor de Oceanía Toribio Alonso
-
Ruben Amorim, la última esperanza del United
-
Así está la clasificación de la Liga tras el empate del Barcelona contra el Celta de Vigo