‘El gran impostor’
Carlos Cuesta ha tardado en presentar en sociedad su primer libro en forma de ensayo político al hilo de la actualidad que a nadie dejará indiferente. Para abrir boca: «Rodríguez Zapatero y Sánchez han sido dos presidentes del Gobierno nefastos que han abierto las puertas de las instituciones a los herederos de ETA y han fabricado cordones sanitarios contra la elección democrática de la mitad de los españoles. Han retorcido el Poder Judicial y han hecho realidad una España en la que parecer normal tener a etarras en listas electorales, a violadores en las calles, a okupas en las casas, a golpistas indultados y a autónomos quebrados».
Por ahí va el asunto de El gran impostor, adjuntando datos que confirman sus afirmaciones dentro del estilo personal de un periodista de poco más de cincuenta años que no se cortó nunca, ni se mete debajo de la mesa para sostener con determinación sus aseveraciones.
Desde una óptica liberal, incluso, muy liberal, es un trabajo imprescindible para acercarse a la realidad actual de España, que pasa por un país endeudado hasta las cejas, castigado fiscalmente con brutalidad y chapoteando en un enfrentamiento político y social hasta ahora desconocido desde la restauración democrática. Especialmente significativos son los capítulos dedicados a Zapatero y su conexión venezolana, a Iglesias y Dina, a Baltasar Garzón y Dolores Delgado, finalizando con un sugestivo capítulo titulado «De Marruecos y Begoña Gómez a los múltiples enchufes familiares…».
Se trata de una crónica made in Cuesta sobre los últimos 20 años de la izquierda española, con especial incidencia en temas todavía no cerrados, tales como el espionaje al móvil del presidente del Gobierno o los intereses no confesados de la familia Sánchez en la gran potencia del norte de África.