Los minerales críticos: un bien de todos
"España lleva sin explorar sus recursos mineros -de manera sistemática- desde la década de los 70-80, cuando se lanzó el Plan Nacional de la Minería"
"La riqueza de España en recursos minerales es muy relevante, y la minería ha sido el motor de su sociedad y economía desde tiempos inmemoriales"

Los minerales críticos son materias primas minerales necesarias para la economía y el funcionamiento del mercado interior (nacional y/o comunitario) y que, además, tienen un elevado riesgo de interrupción del suministro ya sea por su escasez, concentración geográfica o dependencia de terceros países.
Como ha quedado recientemente en evidencia en la jornada organizada por Fundación Naturgy sobre este tema, estas materias primas fundamentales son necesarias para el desarrollo de tecnologías clave, tales como las energías renovables, la movilidad eléctrica, la tecnología digital, la industria aeroespacial y la defensa.
Para hacernos una idea, un automóvil eléctrico necesita seis veces más recursos minerales que un automóvil convencional, y una planta eólica terrestre requiere nueve veces más recursos minerales que una planta de gas.
Suministro seguro y sostenible
La Unión Europea lista los minerales críticos a través de 34 sustancias (elementos y compuestos) y se compromete a revisarlas, al menos cada tres años, a partir de la publicación del Reglamento Europeo 2024/1252 de 11 de abril de 2024, por el que se establece el marco legal para garantizar un suministro seguro y sostenible de materias primas fundamentales.
Y es que las necesidades pueden cambiar rápidamente, ya que la demanda de recursos minerales depende de las tecnologías: litio, cobalto, manganeso y grafito son críticos para las baterías; las tierras raras, para los imanes permanentes empleados en vehículos eléctricos, entre otros; y el cobre, para el suministro de energía eléctrica.
Materias primas estratégicas
Si, además, las materias primas fundamentales o críticas tienen previsto un aumento significativo de la demanda y corren el riesgo de superar a la oferta en los próximos años, hablamos de materias primas estratégicas, entre las que se identifican 16 elementos o grupos de elementos.
Es el caso del litio, donde los escenarios impulsados por el cumplimiento de las estrategias climáticas y la electrificación hacen esperar un crecimiento de la demanda de más de 40 veces en los próximos 20 años. Asimismo, la expansión de las redes eléctricas conllevará la necesidad de duplicar la producción de cobre para el mismo periodo.
Fuente de ingresos, bienestar social y empleo
La riqueza de España en recursos minerales es muy relevante, y la minería ha sido el motor de su sociedad y economía desde tiempos inmemoriales. Cabe destacar el establecimiento de los cartagineses en el SE español debido al potencial minero de la región (siglo III a. C.), o el desarrollo del Imperio español gracias al mercurio de Almadén y su aplicación en las minas de plata y oro del Nuevo Mundo.
Actualmente, y según los datos de la estadística minera de 2020, la industria extractiva española cuenta con unas 2.700 explotaciones activas, emplea unas 29.000 personas y factura anualmente unos 3.500 millones de euros.
Identificar los recursos en España
Además, España tiene identificados una variedad importante de minerales críticos y estratégicos, siendo líder mundial en producción de estroncio (Mina de Montevives, Granada); cobre (el segundo productor en la UE); fluorita (principal productor de la UE); y, en menor medida, tántalo, silicio y wolframio. Además, cuenta con depósitos de antimonio, bario, bismuto, cobalto, litio y tierras raras, además de otros elementos.
Identificar los recursos minerales disponibles en nuestro país es básico. No sólo para garantizar el acceso a estas materias primas, reduciendo la dependencia de importaciones y fortaleciendo la autonomía económica, sino porque la minería es una fuente de ingresos, bienestar social y empleo.
Atracción de inversiones
La minería del S. XXI contribuye al diseño de políticas públicas y estratégicas para el uso eficiente y sostenible, promoviendo la transición ecológica y el Pacto Verde europeo. Es también un sector que actúa como foco de atracción de inversiones y desarrollo de tecnologías locales.
Por ello, desde la Comisión Europea, se invita a los Estados miembros a elaborar programas nacionales de exploración para mejorar el conocimiento de los minerales disponibles y fomentar su uso sostenible.
Cuatro décadas sin actividad
España lleva sin explorar sus recursos mineros -de manera sistemática- desde la década de los 70-80, cuando se lanzó el Plan Nacional de la Minería, que estuvo centrado en 4 pilares fundamentales: investigación, explotación, legislación y política social.
La ejecución del Programa Nacional de Investigación Minera se asignó al Instituto Geológico y Minero de España (IGME) -con la excepción de las sustancias radioactivas- y con el apoyo de la primera empresa nacional de investigaciones mineras, ADARO.
La investigación se centró en los minerales relevantes para la economía nacional del momento, pero no se buscaron recursos que ahora son fundamentales, como el litio, el níquel, el cobalto, o las tierras raras.
Programa Nacional de Exploración Minera
Más de 50 años después, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) pone en marcha el Programa Nacional de Exploración Minera 2025-2029, atendiendo especialmente a las materias primas fundamentales definidas por la UE.
El programa, actualmente pendiente de aprobación, propone actividades clave de trabajo con el IGME-CSIC, las comunidades autónomas, el sector minero y otros actores relevantes, incluyendo la aplicación de nuevas tecnologías (aeroespaciales, geofísicas, IA, etc.) para explorar nuevos yacimientos.
Marco legislativo estricto
El Plan de Exploración incluye también la evaluación del potencial de los recursos secundarios que se encuentran en los residuos de la industria extractiva –hay más de 1.000 balsas y escombreras inventariadas– que, en el pasado no tuvieron interés, pero que ahora suponen un recurso estratégico.
La minería de hoy se desarrolla para una nueva sociedad, más formada y mucho más comprometida con el medioambiente. Para ello, es necesario el cumplimiento de un marco legislativo estricto, el uso de tecnologías punteras y adecuadas, así como asumir de manera contundente un compromiso ambiental, económico y social. Aprendamos de los errores del pasado para desarrollar un presente y un futuro mejor.
Paula Fernández-Canteli es directora de Relaciones Internacionales en el Instituto Geológico y Minero de España