El Gobierno que excarcela pederastas
En una Comisión de Igualdad en el Congreso, a finales de verano, escuchamos a Irene Montero decir que «todos los niños, las niñas y les niñes (sic) de este país tienen derecho a tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento»; concepto en el que se reafirmó unos días más tarde en el foro La Ola Verde en América Latina, en Buenos Aires, diciendo que «independientemente de cuál sea su familia, los niños, las niñas y les niñes (sic) tienen derecho a saber que pueden tener sexo con quien quieran y que tienen derecho al aborto».
En España la edad mínima para consentir una relación sexual se sitúa a partir de los 16 años, por lo que la insistencia de la ministra en repetir que los niños pueden tener sexo «con quién les dé la gana» fue entendida por todos los que la escuchamos como una clara incitación a la pederastia lo cual hubiera sido facilísimo de aclarar por su parte en caso de que su intención fuera otra que la que se deduce de sus palabras. Pero en vez de eso, Irene Montero se despachó diciendo que se trataba sólo de una «campaña de la ultraderecha» contra ella.
En paralelo, nos encontramos conque la ley del sólo sí es sí de Irene Montero y Pedro Sánchez, que entró en vigor el pasado 7 de octubre, ha rebajado ya las condenas de casi1.000 delincuentes sexuales, de los que más de 100 han sido ya excarcelados; en un recuento que no incluye tres audiencias provinciales (Guipúzcoa, Granada, Sevilla y Teruel) ni tampoco a los tribunales superiores de justicia de Andalucía, Canarias, Castilla y León y el País Vasco; por lo que la cifra real es bastante mayor. Estos datos suponen que uno de cada cuatro agresores sexuales condenados ya ha visto rebajada su pena por la aplicación de esta ley y este porcentaje va a seguir subiendo, mientras que Irene Montero se sigue oponiendo a que su ley se toque y Pedro Sánchez mantiene paralizada su reforma, tres meses después de presentar su propuesta.
Cabe recordar que la reforma no evitará que las revisiones de condena sigan produciéndose, ya que el derecho penal garantiza que a los condenados se les aplique la ley que más les beneficie, aunque posteriormente se modifique. Pero la ministra de Igualdad ha presentado unas enmiendas que persiguen que las rebajas de pena se mantengan y las excarcelaciones de agresores sexuales no se detengan. En este sentido, hay que señalar que la catedrática de Derecho Penal de la Universidad de La Coruña y coautora del anteproyecto de ley del sólo sí es sí, Patricia Faraldo, ha reconocido que ellas «sabían que las penas se bajaban», pero que «lo que no sabíamos era la reacción que iban a tener los medios de comunicación».
Tanto en la ley vigente como en las enmiendas propuestas por el PSOE se contempla un subtipo que permite al juez rebajar la pena «en atención a la menor entidad del hecho y a las circunstancias personales del culpable», incluso cuando las víctimas hayan sido menores de edad. Así, en su anterior informe, el CGPJ avisó de que las rebajas de condenas estaban beneficiando más a los agresores de niños y concluyó que el 70% de sentencias revisadas en el Supremo con la Ley del Sí es Sí beneficiaron a pedófilos o pederastas.
Resumiendo, la ley del sólo sí es sí está redactada de forma que las agresiones sexuales a niños reciben una menor condena y ni el PSOE ni Podemos proponen enmendar esto. Además, en el entorno de Irene Montero se reconoce que las rebajas de penas han sido intencionadas y la ministra se niega a que se corrijan. Y finalmente tenemos la insistencia de la madre de los hijos de Pablo Iglesias en repetir que los niños tienen derecho a tener sexo con quien quieran. La intención de favorecer la pederastia rebajando sus condenas es innegable. Irene Montero ha hecho apología de la pederastia, ha redactado una ley que beneficia intencionadamente a los pederastas y se niega a que se corrija, mientras Pedro Sánchez se lo permite y no la cesa convirtiéndose así en su cómplice. Ponedle vosotros nombre al Gobierno que excarcela pederastas.
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