De ruta con Delibes: un paseo por las tierras castellanas inspirado en sus libros
Las Rutas de Delibes nos proponen seis itinerarios diferentes
Además de escritor, Delibes fue un consumado cazador, pescador y naturalista

¿Playa o montaña? Esa es la pregunta que muchos nos hacemos cuando está a punto de empezar el verano. Para quienes prefieran disfrutar del ambiente tranquilo de nuestros pueblos, siempre es recomendable visitar las zonas del interior peninsular. Más aún si lo hacemos con un guía de excepción, como es Miguel Delibes, el gran escritor vallisoletano.
En sus libros, Delibes retrata de manera delicada y profunda, llena de dignidad, empatía y respeto, los paisajes, gentes y costumbres de la Castilla rural, hasta tal punto que podemos afirmar que leer a este literato, que también ejerció como periodista, es otra manera de viajar por la tierra castellana.
Su obra constituye además un apasionado alegato en defensa de la naturaleza. Claro ejemplo de ello lo tenemos en Un mundo que agoniza, título de su discurso de ingreso en la Real Academia Española (RAE), en el que denuncia cómo la sociedad de su momento estaba tomando un rumbo desacertado que sacrificaba el medioambiente en beneficio del crecimiento económico.
Seis rutas
Lo que proponemos es un viaje por Valladolid basado en las Rutas de Delibes creadas por la Diputación provincial en homenaje a su faceta como amante de la naturaleza, cazador, pescador y naturalista.
Se trata de seis rutas que conforman, según la Diputación de Valladolid, «una deliciosa guía turística que nos invita a recorrer pequeños pueblos y comarcas vallisoletanos que facilitan conocer mejor la provincia y acercarse a lugares y pueblos que están fuera de las visitas turísticas habituales».
«En cada destino, Delibes encontró detalles de paisaje, paisanos, animales, plantas o costumbres del campo que trasladó a sus textos», añade la misma fuente.
Seis libros
Son, por tanto, seis rutas inspiradas en sendos libros de Delibes, a saber: Las perdices del domingo; Diario de un cazador; Mi vida al aire libre; El último coto; Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo y, por último, Con la escopeta al hombro.
Todas estas rutas cuentan con su propio mapa, que se puede consultar y descargar desde la web de la diputación. También es posible acceder mediante la misma a información relevante sobre los pueblos y ciudades que aparecen en los recorridos propuestos.
Dicha información incluye las citas que mencionan a cada municipio en concreto dentro de la obra de Delibes, así como la fauna y la flora más destacada de su entorno cercano y lugares de interés turístico.
Nombres propios
Como no podía ser de otra manera, la ciudad de Valladolid, donde nació Miguel Delibes un 17 de octubre de 1920, es uno de los nombres propios de estas rutas, formando parte del itinerario propuesto en dos de las mismas.
Otras ciudades y pueblos de Castilla y León renombrados por su historia o por su patrimonio cultural y natural por los que pasan las distintas rutas son Tordesillas y Olmedo (Las perdices del domingo), Villalar de los Comuneros (El último coto), Simancas (Mi vida al aire libre) o Peñafiel (Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo), entre otras localidades de interés.
Flora y fauna
«Y todos salieron de la casa y al Azarías, al ver el pájaro indefenso, se le enternecieron los ojos, le tomó delicadamente en sus manos y musitó milana bonita, milana bonita». Esta célebre escena de Los santos inocentes que el actor Paco Rabal convirtió en mito en la película de Mario Camus, evidencia el simbolismo de la naturaleza en la obra de Delibes.
En el portal de las Rutas de Delibes también se ofrece, además de las seis rutas ya mencionadas, tres apartados más: los dos primeros están dedicados, respectivamente, a las especies de flora y de fauna que aparecen en los libros.
Información que sin duda será muy útil para los amantes de la naturaleza que quieran embarcarse en esta aventura para divisar perdices, liebres, conejos, tórtolas, zorzales y otras muchas especies.
Lenguaje rural
Por último, en la tercera de estas secciones se analiza la presencia del lenguaje rural en la obra del escritor vallisoletano. Dichas formas de expresión también nos enseñan lo que significaba vivir en conexión y dependencia del medio natural.
Un ejemplo muy claro lo tenemos en el siguiente fragmento, correspondiente al libro Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo: «La cuadrilla del que suscribe raro es el año que no zorrea un día o dos en el soto del Arlanza». En este contexto, zorrear no significa cazar solamente, sino hacerlo con astucia, cualidad que siempre se le ha supuesto al zorro.
Y así nos podemos encontrar con decenas, si no son centenares, de expresiones que evocan otros tiempos y otros modos de vida que Delibes siempre respetó y defendió, conformando con ello un legado fundamental no sólo desde el punto de vista literario, sino también por su enfoque humanista y comprometido con la preservación del paisaje y del espíritu castellanos.