Economía Circular Entrevista OKGREEN

Alberto García-Blanco: «Con REcircula ofrecemos el reintegrar casi molécula a molécula los productos que iban al vertedero»

"Tenemos placas de yeso con 28% de reciclado y aislantes que pasan del 80%"

"El reto es ver los residuos de construcción como oportunidad de negocio"

"La demolición circular es deconstrucción: un proceso productivo"

Recircula
Antonio Quilis
  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora director de OKGREEN en OKDIARIO. Anteriormente director de El Mundo Ecológico. Colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Alberto García-Blanco, responsable de Sostenibilidad y Economía Circular de Saint-Gobain España, lidera una de las iniciativas más ambiciosas del sector de la construcción en materia de valorización de residuos: REcircula.

Esta marca paraguas, lanzada recientemente por la multinacional francesa, integra todos los servicios de reciclaje del grupo —desde placas de yeso laminado (Placo®) hasta vidrio (Climalit®), aislantes (Isover) y morteros (Weber)— para facilitar a constructores, promotores y arquitectos el cumplimiento de las nuevas exigencias normativas en economía circular.

Un sector que debe transformarse

El sector de la construcción consume el 50% de la extracción de materiales en el mundo, una presión insostenible sobre los recursos naturales que exige una transformación radical del modelo productivo.

Desde enero de 2024, la demolición selectiva es obligatoria en España, y desde enero de 2025, la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) obliga a todos los agentes del sector a gestionar correctamente sus residuos de embalajes y envases.

En este contexto, REcircula no solo responde a obligaciones legales, sino que se posiciona como ventaja competitiva al ofrecer trazabilidad completa y reincorporación de materiales reciclados en nuevos productos con las mismas prestaciones.

Residuos en recursos productivos

En esta entrevista, García-Blanco detalla cómo Saint-Gobain está transformando residuos de obra en recursos productivos, con productos que alcanzan hasta el 80% de material reciclado en el caso de aislantes y el 64% en vidrio.

También aborda los principales obstáculos regulatorios que frenan la economía circular en España y anticipa el proyecto más relevante para 2026: la electrificación de la planta de Isover en Azuqueca de Henares, que permitirá reciclar grandes volúmenes y abrir la puerta al reciclaje postconsumo.

OKGREEN: Usted lidera sostenibilidad y economía circular en Saint-Gobain España, además de ser responsable de REcircula. ¿Cuál considera que es el principal desafío de transformar un sector tan tradicional como la construcción hacia un modelo circular?

ALBERTO GARCÍA-BLANCO: Comenzar a ver los residuos de construcción y demolición como una oportunidad de negocio, además de la evidente dimensión ecológica en la disminución de uso de materias primas vírgenes.

Para que eso se dé plenamente es necesario que existan redes colaborativas entre los distintos actores, desde promotoras hasta fabricantes, pasando por toda la cadena de valor: constructoras, gestores de residuos, empresas de demolición, etc.

REcircula
Son susceptibles de reciclaje los vidrios de ventanas y cerramientos al final de su vida útil, en procesos de demolición o cuando estos son reemplazados por otros nuevos.

P.: Saint-Gobain acaba de lanzar REcircula como marca paraguas para integrar todos sus servicios de reciclaje. ¿Qué gap del mercado español identificaron para crear esta iniciativa y cómo funciona operativamente la recogida y valorización de residuos?

R.: En este momento las redes colaborativas están empezando. Saint-Gobain, como líder en la construcción ligera y sostenible, pensamos que tiene que estar ocupando uno de los primeros lugares dentro de estas redes. No podemos olvidar que estamos presentes en los mercados del yeso, SG Placo®, del aislamiento, SG Isover, del vidrio plano, Climalit® o morteros, SG Weber.

En todos esos mercados queremos estar muy presentes junto al resto de actores de la cadena de valor del sector de la construcción, con especial atención, evidentemente, a nuestros clientes. Para muchos de estos mercados hay pocas soluciones para dar salida desde la obra al proceso productivo de nuevo.

Ese fue el reto cuando pensamos en REcircula, unir toda nuestra capacidad como fabricantes de una amplia gama de productos para diferentes mercados. La integración de diversos materiales en un solo actor de cara a la economía circular de una obra es una ventaja operativa para el cliente bastante evidente.

P.: Desde enero de 2024 es obligatoria la demolición selectiva y desde enero de 2025 la Responsabilidad Ampliada del Productor. ¿Cómo está ayudando REcircula a los clientes a cumplir con estas exigencias y qué ventajas competitivas aporta más allá del mero cumplimiento legal?

R.: Ofrecemos la posibilidad de reintegrar, casi molécula a molécula, los productos que habitualmente tienen una salida vía vertedero, con un coste importante, tanto económico, como ecológico, en un producto nuevo con exactamente las mismas características de durabilidad y calidad.

Nuestra visión va un paso más allá del mero cumplimiento legal; estas operaciones tienen su peso en certificaciones de edificios como LEED o BREAM.

P.: REcircula facilita la gestión del 70% de residuos de obra. ¿Qué porcentaje de estos residuos están realmente reincorporándose a vuestros procesos productivos y qué tipo de productos fabricáis con material reciclado?

R.: Las cifras varían en los distintos materiales que fabricamos. Como ejemplos, en la placa de yeso tenemos productos con hasta el 28% de material reciclado, en el sector del aislamiento pasamos del 80% en material reciclado o en el sector del vidrio tenemos gamas con el 64% de material reciclado.

Como ejemplo ampliado, y para dar magnitud a la actividad, por cada tonelada de vidrio reciclado ahorramos 1,2 toneladas de arena como materia prima virgen, y emitimos 300 toneladas menos de CO₂ en la fabricación de productos Climalit®.

REcircula Saint-Gobain
Desde hace más de una década, Saint-Gobain reutiliza el residuo de vidrio de diversos orígenes en sus procesos productivos.

P.: Según el último Barómetro de Construcción Sostenible de Saint-Gobain, solo el 14% de los actores españoles asocia construcción sostenible con bienestar y salud de los ocupantes. ¿Por qué cree que la dimensión «humana» de la sostenibilidad sigue relegada y cómo se aborda esto desde la economía circular?

R.: Seguramente es por falta de información. La sostenibilidad se asocia de forma casi inmediata a la dimensión medioambiental, dejando, efectivamente, fuera la dimensión de bienestar y salud.

En nuestro caso no es así. En cada definición de un nuevo producto tenemos muy presentes los parámetros que influyen en el bienestar, no sólo de los ocupantes de la futura vivienda, diseñando productos de altas prestaciones y bajas emisiones, sino de las personas que van a trabajar con ellos durante la construcción del edificio; los materiales tienen que ser además seguros y fáciles de aplicar y de desmontar en un futuro.

P.: ¿De qué manera la economía circular se está convirtiendo en factor diferenciador para Saint-Gobain frente a la competencia? ¿Hay proyectos de innovación en materiales reciclados que estén transformando la propuesta de valor de la compañía?

R.: Pensamos que adherir a la compra de un producto el servicio de reciclaje de dicho producto al final de su vida útil, no es algo que sea común, y menos cuando se aglutinan diversos materiales de construcción en un único servicio.

En todos los mercados creamos productos o gamas de productos innovadores. La gama de vidrio Oraé, con más del 60% de material reciclado y altas prestaciones, es un ejemplo. Los morteros de nuestra marca Weber, por su flexibilidad y adaptabilidad a diferentes soluciones, es otro claro ejemplo de innovación continua.

P.: El sector de la construcción consume el 50% de la extracción de materiales en el mundo. ¿Cuál cree que debería ser el papel de los fabricantes de materiales en reducir esta presión sobre recursos naturales y qué cambios regulatorios serían necesarios en España para acelerar la transición circular?

R.: El papel de los fabricantes es crucial. La reducción de extracción de materias primas vírgenes es uno de los objetivos de Saint-Gobain para 2030. Como fabricantes, y con una interpretación extendida de la responsabilidad ampliada del productor (RAP), esta misión de reducir el uso de recursos no renovables del planeta entra dentro de esa responsabilidad.

Para acelerar la transición necesitamos facilitar la transición de los materiales desde su estado de residuo hacia su estado de producto utilizable para una industria.

Cambiar la visión de lo que es una demolición circular, yo prefiero llamar a ese proceso deconstrucción, y verlo como un proceso productivo puede acelerar la creación de subproductos, porque hay materiales que podrían ir de la obra al proceso, sin transformación intermedia ninguna. Además de eso, se necesitaría establecer las condiciones de fin de residuo de muchos materiales para clarificar y abrir las rutas de reciclaje.

Por último, la aceleración de los procedimientos administrativos. Es muy difícil, en líneas generales, tener licencia para gestionar un residuo en menos de año y medio o dos años. Es un plazo muy largo que plantea incertidumbres en el inversor.

Reciclaje Saint-Gobain
Todo proceso de reciclaje de residuos comienza con una correcta segregación de los mismos.

P.: Saint-Gobain tiene el objetivo de cero emisiones netas en 2050. ¿Cuáles son los hitos intermedios más críticos en economía circular para alcanzar esta meta y qué proyecto o iniciativa mira con más ilusión para el próximo año?

R.: A nivel global, uno de los retos está en ir compensando las emisiones que se añaden por medio de adquisiciones y los crecimientos en volúmenes de producción.

A nivel de España tenemos numerosos proyectos de descarbonización, pero el más relevante es la electrificación que se llevará a cabo en nuestra planta de Isover de Azuqueca de Henares. Vamos a poder fabricar las dos tecnologías, lana de roca y lana de vidrio, con electricidad y vamos a poder reciclar grandes volúmenes y abrir la puerta al reciclaje postconsumo, que es un reto ahora mismo en el sector.