Opinión

¡¡Feliz última Navidad de Sánchez en la Moncloa!!

El próximo mes de abril se cumplirán, si Dios quiere, nueve años desde que comencé a escribir en OKDIARIO, y acabo de comprobar que en ninguna de estas ocho Navidades me tocó publicar los días de Nochebuena o Navidad, hasta hoy. Es la primera vez, por tanto, que tengo la oportunidad de desearos desde aquí una Feliz Navidad para todos y no puedo dejarla pasar. No hay que ser advino para saber que, mayoritariamente, si de los lectores de este medio dependiera, este sería el último año que Pedro Sánchez se come el turrón como presidente del peor Gobierno que ha sufrido España en toda su historia. Pero os sorprendería saber la cantidad de sanchistas descerebrados que acuden a dejar sus mensajes de odio como comentarios a los artículos que aquí se publican. A todos esos haters, de todo corazón, también quiero desearles una Feliz Navidad.

No caigo en el cada vez más común error de desearles felices fiestas ni siquiera a los zurdos más exaltados. Ellos lo hacen, en parte para presumir ridículamente de su falta de fe, pero algunos también para intentar ofender a los que estos días celebramos el aniversario del nacimiento de Jesús en un humilde portal de Belén, perseguido por el rey Herodes que, igual que Sánchez, pretendía aferrarse a un poder que ostentaba de manera ilegítima, ya que había sido entronizado por los romanos, a pesar de pertenecer a una familia de origen edomita, no judía. A mí me parece correcto desear felices fiestas en Nochevieja o Año Nuevo, pero hoy no debemos dejar pasar la mala educación que demuestran al desear un feliz Ramadán a los musulmanes a la vez que intentan que los cristianos dejemos de desearles feliz Navidad a ellos.

Junto a mis mejores deseos de felicidad dirigidos tanto a los que viven estos días con fe, como a quienes todavía no tienen esa suerte, es momento de pedir también que se cubran todas vuestras necesidades, tengan alivio vuestras penas, y se cumplan vuestros deseos más ansiados. Y qué mejor objetivo para todos los españoles que el de que por fin logremos quitarnos de encima a un presidente que ocupa el Gobierno de una forma tan ilegítima como lo hacía aquel Herodes que hace más de 2.000 años ordenó la matanza de los inocentes. Igual que Herodes no ostentaba ningún mérito para ser rey, Sánchez perdió las elecciones y sólo logró ser investido incumpliendo sus promesas electorales para pactar con los mayores enemigos de España, lo mismo que el monarca de Judea consiguió su corona gracias a los romanos, enemigos invasores de los judíos.

Para que se cumpla un deseo es necesario soñarlo con fe, sobre todo cuando sabemos que hace falta un milagro para que llegue a ocurrir como queremos. Pedro Sánchez entregó a Otegi y a Puigdemont todo lo que tenía a cambio de ser investido, pero sus votantes solamente les consienten seguir reclamando cada vez más y más, con el objetivo último de destruir la unidad de España. Los independentistas seguirán exigiéndolo todo y Sánchez, que tiene la saca vacía, no puede darles casi nada. Pero incluso aunque no le aprueben los presupuestos y voten en contra de todas sus iniciativas legislativas, el presidente del Gobierno ha demostrado tener la cara dura suficiente como para tratar de agotar la legislatura, incluso con su esposa, su hermano, todos sus ministros y aunque él mismo acabe imputado por corrupción.

Hoy es el mejor día para pedir con fe el milagro necesario para quitarnos de encima a Sánchez, porque celebramos el mayor milagro de la historia, el día en que el todopoderoso Dios creador se hizo hombre para convertirse en el cordero inocente sacrificado por todos nosotros. Así pues, con mis mejores deseos: ¡¡Feliz última Navidad de Sánchez en la Moncloa!!