Estajanovista Gamarra

Estajanovista Gamarra

Parecen despejarse las dudas acerca de quién será la mujer del Partido Popular en la que Núñez Feijóo piensa como vicepresidenta si es que las urnas le son propicias y puede formar Gobierno. «Es política, conocida, nunca ha estado en el Gobierno, pero tiene experiencia de gobierno…». Descartada Fátima Báñez, que estuvo en los Gobiernos de Rajoy, sólo queda la riojana Cuca Gamarra, de la que su jefe de filas ha dicho que «siempre se la encuentra trabajando…».

La ex alcaldesa de Logroño es, en efecto, una gran trabajadora como atestiguan sus compañeros del Grupo Parlamentario y de la cúpula del PP. El trabajo le impide estar en las inevitables pequeñas conspiraciones de salón que son tan propias en aquellas formaciones políticas que tienen vocación y posibilidades de alcanzar el poder. Estoy convencido de que si, finalmente, existiera o existiese la posibilidad de ejercer la labor de coordinación del próximo Gobierno, Gamarra realizaría un gran papel. Desde su seriedad, rigor y trabajo.

No es mujer de camarilla; sí es mujer militante de un partido. De ideas, talante y valores. En ocasiones la he oído decir algo así como que no se puede poner a cocinar el ciervo cuando este aún corre por los bosques, en referencia a hablar de cargos o responsabilidades cuando el pueblo aún tiene que tomar su decisión.

Durante el año largo que ha suplido a su presidente en el Congreso de los Diputados lo ha hecho con decoro, responsabilidad y sensatez. A unos les podrá gustar más o menos su forma de actuar, pero difícilmente se pueden cuestionar la seriedad y la justeza en sus planteamientos, muy coherentes con la labor de un portavoz parlamentario en la oposición y su misión esencial de controlar al poder Ejecutivo.

La potestas no debe confundirse con la auctoritas. Y esto último lo da predicar con el ejemplo. Por eso creo, que de confirmarse todo lo anterior, estaremos ante una riojana al timón de mucho cuidado.

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