Las dos «líneas de investigación» del Barça

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Uno es ‘perico’ viejo, o sea que soy socio del RCD Espanyol desde 1987, así que soy un experto en atracos arbitrales recibidos con aroma azulgrana. Recuerdo tantos, y tan variados, que daría para una enciclopedia. Sólo les contaré dos, porque los protagonistas son dos entrenadores de la actual Primera División. La primera es del conductor de la ‘Xavineta’, Xavi Hernández, que sufrió un desmayo repentino en el derbi en el Camp Nou en la temporada 2009-10 ante Raúl Baena. Un partido atascado, penalti inventado, uno a cero y tres puntos para los culés. Yo estaba en el Camp Nou y me sentí como si me hubieran atracado a punta de navaja.

Y el otro latrocinio lo viví en el viejo estadio de Sarrià. Era la temporada 1994-95, con Camacho en el banquillo, e hizo debutar a Pacheta. En su primer partido con la blanquiazul marcó un golazo a los culés. Todo el Gol Sur se vino abajo. Pero el árbitro pitó peligro por una presunta falta de Pochettino y el partido acabó con empate a cero. Además, no olvidemos la ‘mano de Dios’ de Leo Messi en el Tamudazo (temporada 2006-07), de la que se habla poco por que el partido tuvo final feliz, pero el argentino marcó un gol con la mano, que subió al marcador y que pudo dar la Liga al Barça. Son tantos los atracos que he visto que cuando escucho las dos «líneas de investigación» para justificar los pagos durante veinte años del Barça a Enríquez Negreira me dan ganas de reír.

Y es que de tanta cara que tienen, acaban siendo graciosos. Ahora resulta que unos propagandistas culés aseguran, para exculpar a las sucesivas juntas directivas barcelonistas que soltaron la mosca, que los generosos ingresos que el FC Barcelona hizo a Negreira tenían como motivo el «compensar» la presunta mano negra del Real Madrid dentro del colectivo arbitral. Y otros voceros azulgranas venden que todo fue un timo, porque Negreira – recordemos, vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros – no pintaba nada y que abusó de la «buena fe» del Barça. Veinte años sin ver el ‘tocomocho’. He escuchado excusas mejores.

Aunque para ‘línea de defensa’ la de Enríquez Negreira, que al estallar el escándalo ha descubierto que sufre un «principio de alzhéimer». Lejos de mí de dudar de lo que dice su defensa, pero como todo lo relacionado con los trapicheos del entorno culé, no deja de ser sorprendente. Recordemos los múltiples achaques de todo tipo que Félix Millet – recordemos, ex vicepresidente de la Fundación del Barça – tuvo para evitar entrar en la cárcel tras ser acusado y condenado por el desvío de fondos del Palau de la Música Catalana. Los ‘valors’ del Barça acostumbran a ser gestionados por unos dirigentes que a menudo tienen problemas con la Justicia por problemas de todo tipo. La impunidad que el Barça ha gozado a lo largo de su historia facilita que algunos de sus directivos se crean que todo el monte es orégano.

Y para chiste la promesa de Joan Laporta, de «investigar con rigor» el caso Negreira. La «investigación rigurosa, independiente y excelente» que ha garantizado el presidente del Barça algunos no nos la creemos. Porque si algo ha demostrado el club azulgrana a lo largo de su historia en su falta de transparencia y su continua manipulación de la historia. El club ‘antifranquista’ se benefició de una provechosa y lucrativa relación con el régimen franquista. El club que siempre ha llorado de su falta de peso en los despachos federativos logró que le indultaran tras su espantada en una semifinal de la Copa del Rey, y que no le cerraran el Camp Nou tras el linchamiento a Figo con lanzamiento de botellas de vidrio y una cabeza de cochinillo. Así que nos tememos que será la enésima cortina de humo del club culé, que saldrá de ésta con un castigo mucho menor del que merecería. El ‘oro del Barcelona’ triunfará una vez más.

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