«Cuando se miente, se dimite» (Montero)

No voy a descubrir a estas alturas a la inefable vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y número dos del PSOE. Todo en ella resulta enternecedor. Lo que nadie podrá decir a María Jesús Montoro que no sea mujer divertida y carente del menor escrúpulo a la hora de conducirse públicamente.

Sus tardes de gloria (y las que vendrán, porque Sánchez ha depositado en ella todas sus esperanzas) son eso, gloriosas. La última ha sido cuando en su muy particular estilo dirigiéndose a su arrebatado concurrencia socialista sin cortarse un pelo afirmó: «Ayuso ha mentido y en política cuando se miente, se dimite».

Se quedó tan ancha, y el respetable batiéndose a carcajada limpia al oír su declaración, tras comprobar que no era cosa de la inteligencia artificial. Montero es la subordinada de Sánchez, el presidente que ha hecho de la mentira su hoja de ruta desde el comienzo mismo de su rutilante carrera política. Pero es también la misma persona que mantenía con el mismo ardor guerrero que «la amnistía está fuera de toda posibilidad», invocando a la Constitución y hasta al sentido común. Cito lo de la amnistía como botón de muestra, porque el catálogo de mentiras de la divertida andaluza no cabe en el despacho oficial de su ministerio.

Quiero creer que no se ha vuelto majara y que no padece de amnesia. Nada tiene de extraño que la totalidad de los medios audiovisuales de España (excepción hecha de RTVE y de los medios de PRISA) se vienen cachondeando de tan jacarandosa dama con el simple ejercicio de poner en antena lo que dijo y lo que dice.

Ello me lleva a tirar por elevación. En efecto, en España la clase política miente mucho; unos más que otros, desde luego. Algo altamente penado en el contexto de las grandes democracias del mundo. Aquí, sin embargo, la mentira se da por añadidura. De ahí el rechazo general que producen los políticos, y especialmente algunos.

Por una vez, Montero dijo verdad: en democracia, cuando se miente (y te pillan), se dimite. La verdad es que no sé a qué está esperando. Si mañana me entero de que ha hecho mutis por el foro prometo una columna con incienso de botafumeiro.