La cruda realidad que desmonta las mentiras del Gobierno
El coronavirus ha disparado en 41.296 las muertes de personas jubiladas o viudas. El número de quienes han causado baja en la percepción de las prestaciones de jubilación entre febrero y mayo de 2020 supera en nada menos que 26.526 personas el dato de los mismos meses del año previo, mientras que el número de personas que ha dejado de percibir, por defunción, su pensión de viudedad ha subido -en los meses de febrero a mayo- en 14.770. Si se suman los dos colectivos, el exceso de muertes en relación con el mismo periodo del año anterior asciende a las citadas 41.296 personas.
Son datos oficiales que desnudan las mentiras de un Gobierno que sigue manteniendo, contra toda evidencia, que la cifra total de muertes en España por el coronavirus no llega a 29.000 personas. Y lo hace negándose a ofrecer dato alguno sobre el número de personas mayores fallecidas en las residencias. Desde el inicio de la pandemia, el Ejecutivo sólo ha incluido en sus balances a los fallecidos que dieron positivo en coronavirus antes de su fallecimiento en los hospitales. De ese modo tan obsceno ha conseguido esconder el dato real de los muertos en residencias o en sus casas, una cifra que se disparó al inicio de la pandemia. Tampoco se cuentan a los fallecidos con síntomas perfectamente compatibles con el virus, pero sin test para comprobarlo.
Alguien podrá argumentar que las cifras de personas jubiladas o viudas fallecidas no son válidas para cuantificar el número de personas mayores fallecidas durante la pandemia. Es cierto, pero el exceso de mortalidad en relación con el año anterior nos da una idea bastante aproximada de la magnitud de la tragedia, desde luego mucho más aproximada que las estadísticas de un Gobierno que no ofrece cifra alguna. Lo que no admite duda alguna es que la diferencia respecto a 2019 es brutal: 41.296 personas más.
Y si el Gobierno socialcomunista tiene cifras distintas, que las diga. Lo que ha hecho OKDIARIO, por respeto a la verdad, es tratar de aproximarse a la cruda realidad ofreciendo datos oficiales. Esos que el Ejecutivo sigue escondiendo para eludir su dolosa incompetencia en la crisis sanitaria.