Un comportamiento propio de un mafioso
La grabación que hoy publica OKDIARIO deja sin margen alguno de maniobra al presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, Javier Tebas, quien se confiesa como artífice de la operación de espionaje ilegal al teléfono móvil del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales. Tebas no se anda por las ramas y asegura que «hay que cargarse» a Rubiales y a Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español.
Detrás de las filtraciones contra Rubiales está Tebas, no porque lo diga OKDIARIO, sino porque lo reconoce el propio Tebas. El contenido de la grabación que ofrece este periódico pone de manifiesto un comportamiento más propio de un jefe de la mafia que de un presidente encargado de velar por los intereses de la Liga de fútbol española. En un momento de la grabación, alguien pregunta: «Aquí el objetivo es cargarnos al rubialismo, a Luis y, al hilo de lo que ayer me comentaste, Gerardo (por Gerardo González Otero, ex secretario general de la Federación), del tema del Córdoba, en el pack podemos meter también a Alejandro Blanco. ¿Nos cargamos a los dos o…? En ese momento,Tebas tercia y dicta sentencia: «Sí, sí. Vamos a ver, hay que cargarse a Luis Rubiales». Más claro, agua.
La reunión tenía como fin expreso trazar la estrategia a seguir para acabar profesionalmente con el presidente de la RFEF. Y el plan consistía en filtrar a los medios de comunicación todo tipo de información sensible sobre Rubiales, procedente de su teléfono móvil privado. Lo que hemos visto después encaja perfectamente con el esquema diseñado por Tebas y sus confidentes. Durante semanas, las conversaciones privadas del móvil de Rubiales han servido a algún medio de comunicación para ponerle en el centro de la diana. Esta es la historia. Tebas, el que se permite ahora dar lecciones de moral, fue el artífice del espionaje a Rubiales. Lo que viene a ratificar la catadura ética del personaje.
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