CGPJ: Perelló, una esperanza
En términos generales, la cooptación de la nueva presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Isabel Perelló Doménech, ha sido saludada con un contenido entusiasmo entre aquellos que desean que la Justicia sea eso, Justicia.
En su primer discurso ante el Rey, Perelló ha dejado claro que no está dispuesta a recibir órdenes de ningún otro poder del Estado a la hora de interpretar la ley; este columnista está interesado sobremanera en conocer si también tiene disposición de defender al Tribunal Supremo (TS) ante el Tribunal Constitucional de Conde-Pumpido o Pumpido Conde, el del polvo del camino en los togados. Y, paralelamente, si tiene predisposición a hacer respetar por parte del resto de los poderes la posición del Supremo y sus sentencias. En principio, la música suena bien.
Viene Perelló de militar en la asociación minoritaria Juezas y Jueces para la Democracia, ¿acaso no hay que suponer que todas las juezas y jueces están por la democracia?, pero no es el columnista persona que deambule por el mundo con orejeras. El discurso en la apertura del Año Judicial confirma su talante y perfil moderado, que sabe de leyes y su aplicación.
Es la opinión generalizada entre la mayor parte de sus colegas no sólo por el contenido de su primera intervención, sino también por su trayectoria a sus 66 años.
Dicen algunos observadores que su nombramiento como representante máximo del Poder Judicial no ha sentado bien en Moncloa. Sinceramente, no estoy en disposición de dar opinión cerrada al respecto. Si a tenor de los antecedentes de seis años, la elección de Perelló Doménech no ha gustado a Pedro Sánchez y su muchachada es un magnífico síntoma para la esperanza.
Su principal cometido es hacer respetar la jurisdicción del Supremo y que sus sentencias no se vean burladas por la puerta de atrás mediante triquiñuelas de salón. El resto, el prestigio, vendrá por añadidura. A partir de ahí, hechos probados.
Junto a esa esperanza, está también en esta nueva etapa en el CGPJ, Alejandro Abascal, magistrado de prestigio llamado a jugar un rol determinante en el nuevo Consejo, tras su paso por destinos importantes como el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.