Barça: ¡Arriba España y visca la estelada!
Patricia Plaja, la portavoz del Govern separatista de Cataluña, constató el pasado martes en rueda de prensa que el Barça es el equipo del régimen. Mejor dicho, de todos los regímenes: fue uno de los equipos más mimados por el franquismo, también lo fue del régimen pujolista y ahora es el auténtico Ministerio de Asuntos Exteriores de la Generalitat secesionista. Si alguien se sorprendió que la portavoz de la Generalitat atacara al Real Madrid y defendiera al Barça es que no conoce el «oro del Barcelona», un club capaz de pagar durante veinte años al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros sin dar una sola explicación y sin que dimita nadie.
Que el Barça fue un equipo mimado por el franquismo es un extremo harto conocido, a pesar de los intentos de la potente máquina de propaganda culé para intentar ocultarlo. Ya hemos explicado en esta misma columna como el actor Manolo Morán hacía referencia al «oro del Barcelona» en la película Once pares de botas (1954), para expresar el poderío mediático que ya entonces tenía el club azulgrana. Franco recibió varias medallas de honor del Barça, el dictador recalificó varias veces los terrenos del club para salvarlo de la quiebra y un gerente del Barça, Juan Gich Bech de Careda llegó a ser el máximo responsable del deporte español durante el franquismo. No está nada mal para un equipo que presume de haber sido «antifranquista».
No voy a incidir en este tema: ya tienen ustedes el magnífico vídeo que difundió el Real Madrid. La prueba más evidente de que era un vídeo necesario, y veraz, es que la portavoz de la Generalitat dijo que era «fake news». Si el Gobierno más mentiroso, dirigido por el partido político más embustero, ERC, dice que es «falso», sólo hay que seguir la máxima del maestro futbolístico Bernd Schuster: «No hace falta decir nada más». Cuando el Gobierno de Pere Aragonés arropa al Barça defiende al mejor embajador internacional del separatismo golpista. Recuerden como en multitud de partidos de Champions la grada del Camp Nou se ha llenado de pancartas con proclamas separatistas («Free Catalonia» o «Welcome to the Catalan Republic») y con insultos a España («Sólo las dictaduras encarcelan a líderes políticos pacíficos» o «Libertad para todos los presos políticos o exiliados»).
Recordemos que con Esquerra Republicana en el Govern la sanidad pública catalana intentó no vacunar contra el Covid a los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional destinados en esta comunidad autónoma. Y que ERC está intentando expulsar la lengua más hablada por los catalanes -el español- de las aulas catalanas. Y que el partido de Junqueras es el que dirige una TV3 fanatizada que insulta cada día a la gran mayoría de los españoles. Sin olvidar que la Generalitat es la responsable de la inseguridad absoluta en la que vive Cataluña, con índices de tráfico de drogas y de okupaciones que deberían preocupar a un Gobierno que se dijera serio.
De ahí que lo que diga la portavoz del Govern no tiene ninguna importancia. Pura propaganda. Pura falsedad. No pierdan ni un segundo de su tiempo. Un aplauso al Real Madrid por quitarse unos cuantos complejos de encima y un consejo para los culés que no son separatistas y están hartos de las mentiras de Laporta y sus mariachis: salgan de la tribu barcelonista. Serán felices y dejarán de ser cómplices de un proyecto basado en la mentira y el oportunismo.
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