La AIReF critica la expansión del gasto público
La AIReF ha actualizado sus previsiones de crecimiento económico y de cumplimiento de las reglas de estabilidad, y su informe es rotundo al señalar los desequilibrios de la economía española.
- Así, mejora su previsión de crecimiento para 2024, del 2% al 2,4%.
- Ahora bien, considera que el cuadro macro que el Gobierno presentó el martes 16-7-2024 es optimista.
- Señala que la regla de gasto será incumplida por todas las AAPP y pide que se apliquen medidas correctoras al respecto.
- Señala que hay una aceleración del gasto, justo lo contrario de lo que sería necesario para cumplir con los objetivos.
- La previsión de déficit de las CCAA empeora y mantiene el de la AGE y la Seguridad Social. Esto se debe a que la aceleración del gasto es intensa en todas ellas, pero la AGE se beneficia de los incrementos de recaudación por inflación (las CCAA lo recibirán en liquidación en n+2), que mitiga el déficit (no por un mejor desempeño) y la Seguridad Social no lo empeora por las transferencias que recibe de la AGE (no por una mejora de su saldo).
En definitiva, los datos de la AIReF dejan claro que España tiene un serio problema de gasto, que cuanto más estructural se vuelva, más quebranto producirá cuando se frenen los ingresos fruto de la coyuntura.
Mientras tanto, el Gobierno, en la presentación del cuadro macroeconómico y los objetivos de estabilidad, con la fijación del techo de gasto no financiero para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), ha sido imprudentemente optimista en los supuestos económicos y muy irresponsable en el incremento del gasto.
Así, el techo de gasto sigue por la senda del gasto tremendamente expansivo, con un incremento del gasto no financiero -sin fondos europeos- de un 3,2%, que equivalen a 6.138 millones de euros más, para dejarlo, sin fondos europeos, en 195.353 millones. Aun sin contar los fondos europeos, el gasto no financiero habrá crecido en 75.519 millones desde que Sánchez llegó al Gobierno. Con los fondos europeos es un incremento del gasto no financiero desde 2018 de 79.337 millones de euros. Si se suman los fondos europeos, el techo de gasto no financiero se eleva hasta 199.171 millones, es decir, 51 millones de euros sobre el actual.
Esto muestra claramente que cada vez se está consolidando más gasto estructural, ya que el gasto no financiero sin fondos europeos crece en más de 6.000 millones mientras que el que contiene fondos sólo 51 millones, de manera que si antes había 10.000 millones de diferencia, ahora hay menos de 4.000 millones.
Esa tensión al alza del gasto se vuelve cada vez más peligrosa, pues se nutre de ingresos coyunturales, mientras que está consolidando estructuralmente gastos estructurales, con el peligro que ello supone para el medio y largo plazo, cuando los ingresos no se puedan mantener. Urge un cambio de política económica, que reduzca el gasto y mejore el saldo presupuestario estructural, que es la gran preocupación de la UE.