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¿Habrá público en las campanadas de Nochevieja en la Puerta del Sol?

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Volvemos un poco a la normalidad con la celebración de las campanadas de Año Nuevo en Madrid con el regreso del público a la Puerta del Sol. Este 31 de diciembre, la emblemática plaza de la capital española no estará vacía como en el 2020. Esta noticia ha sido recibida con gran entusiasmo entre en el público que con compromiso acude año tras año a recibir el Año Nuevo en este lugar tan emblemático.

Este año habrá público en las campanadas de Año Nuevo en la Puerta del Sol

El pasado año vivimos unas campanadas atípicas, sin poder celebrar como antes la llegada del nuevo año. La salud está por encima de cualquier celebración, por lo que las restricciones obligaron a evitar el contacto entre personas. Se vivieron unas campanadas sin público algo que no había sucedido hasta la fecha. El 2020 será un año que todos recordaremos con tristeza, pero ya quedó atrás, encaramos ahora un 2022, en el que se cumplirán 2 años desde el inicio de ese cambio de vida que seguimos arrastrando.

A punto de recibir el 31 de diciembre, este año las campanadas se realizarán con público. La comunidad de Madrid ha decidido seguir adelante con la celebración de las campanadas con un aforo de 7.000 personas. Esto corresponde a una reducción del 40% en comparación con años anteriores, en los que llegamos a ver hasta 18.000 asistentes.

Con más de un 80% de la población vacunada y la incidencia de pacientes graves controlada. Se pide responsabilidad en unos días de reuniones familiares. Es importante mantener las medidas de protección, especialmente en lugares de grandes aglomeraciones como la Puerta del Sol. Un año más aprenderemos a convivir con este virus que ha cambiado la forma de celebrar las fiestas, pero no ha acabado con la alegría que sentimos al vivir de nuevo unas campanadas en compañía.