En el Mediterráneo neolítico, hubo un tsunami

La zona mediterránea oriental es particularmente propensa a sufrir terremotos y deslizamientos submarinos de tierra, capaces de generar tsunamis. Se presume que en los últimos 6000 años se han producido eventos de estas características en la región lo suficientemente destructivos como para dejar depósitos típicos de un tsunami, aproximadamente cada 150/160 años. Según un estudio publicado en PlosOne, entre el 9910 y el 9290 se produjo un enorme tsunami que arrasó la costa noroeste de Israel.

Descubren sedimentos marinos dentro del continente

Mientras se trataban de reconstruir las variaciones climáticas ocurridas en la costa israelí en los últimos 12.000 años, antropólogos de la Universidad de California en San Diego encontraron rastros de sedimentos marinos, como arena y conchas de mar.

Los hallazgos fueron en Tel Dor, al sur de Haifa, a unos 3,5 kilómetros de la antigua costa. Los depósitos descubiertos habían llegado tan profundo que invadieron un antiguo pantano de agua dulce. Según los autores del estudio, el único evento natural capaz de generar ese comportamiento es un tsunami de características gigantescas, con olas que tienen que haber superado los 40 metros de altura.

Registros históricos de la presencia de tsunamis

Según Luigi Bignami, geólogo, en el Mediterráneo ha habido tsunamis incluso con olas de 50 metros de altura. ¿Cómo es posible, se preguntan muchos investigadores, que en una cuenca relativamente cerrada y pequeña como la del Mare Nostrum puedan haberse generado tsunamis con esas características?

El tamaño del mar no tiene relación alguna, asegura Bignami, pues las olas de gran altura dependen principalmente del tipo de costa que encuentran al llegar a tierra después de algún fuerte terremoto.

Si la inclinación del fondo es suave, la ola penetrará profundamente sin elevarse a mucha altura. Pero cuando el fondo marino cerca de la costa está inclinado y tiende a la verticalidad, y el terremoto es lo suficientemente fuerte, lo más probable es que al tocar la costa la ola se eleve más de lo normal. Si el terremoto genera varias olas, una tras otra, pueden crearse una o dos olas de por lo menos, 20 metros de altura.

Los investigadores creen que un deslizamiento de tierra que azotó la costa de Catania, la costa este de Sicilia y el sur de Calabria el 4 de febrero del año 1169, generó un tsunami de proporciones gigantescas que arrasó con varias ciudades enteras. Entre ellas, Val di Noto, Piana de Catania, Val Demone y Casal Simeto, que nunca fue reconstruido de nuevo.

Las estimaciones más optimistas sugieren que fallecieron en el acto más de 25.000 personas, casi la población total de esas pequeñas ciudades costeras.

¿Cómo se genera un tsunami?

Los geofísicos están de acuerdo en que para que se den las condiciones para la irrupción de un tsunami, debe producirse un terremoto al menos de una magnitud de 7.0.

Si el terremoto no alcanza esa magnitud mínima, es prácticamente imposible que el fondo marino pueda moverse hacia arriba y hacia abajo, para dar lugar a este tipo de ola. Otra de las características particulares de los tsunamis es que el terremoto que lo genera debe iniciarse a menos de 20 kilómetros de la superficie terrestre.

Pruebas de la presencia de tsunamis en la región

El análisis de las estalactitas en una cueva en el Monte Carmelo, en la cordillera Har ha Karmell, en Galilea, reveló señales compatibles con un violento terremoto ocurrido hace unos 10.000 años.

La montaña del Carmelo o Monte Carmelo es una importante región geográfica entre la tierra bíblica de Manasés a las antiguas tribus de Asher y Zebulon. En la actualidad, es una frontera natural entre Samaria, Sharon Plain y la Baja Galilea. Esta montaña fue un escenario relevante en muchos acontecimientos bíblicos descritos en el Antiguo Testamento.

El mapeo del fondo marino también reveló los restos de dos deslizamientos de tierra submarinos capaces de generar tsunamis de esta escala. Si bien la cronología es más bien incierta, existen indicios de que podría haber sucedido hace unos 15.000 años.

Un evento de esas características seguramente acabó con cualquier asentamiento humano, incluso si estaba asentado en terreno elevado, a lo largo de todo ese tramo de costa. De todas formas, el espíritu de adaptabilidad del hombre de esos tiempos, capaz de recuperarse de los acontecimientos naturales más destructivos, logró establecerse en la zona. Esto sucedió hace unos 8.000 años, ya que se encontraron rastros de ocupación humana en esa precisa región.

Antecedentes de tsunamis en el Mediterráneo oriental

En el Mediterráneo oriental, los tsunamis son extremadamente frecuentes y ocurren, aproximadamente, a un ritmo de 7 u 8 eventos por siglo, en particular en la región del Egeo y en los últimos 2.000 años.

La mayoría de estos eventos son de poca envergadura y solo tienen impacto local. Sin embargo, se han reconocido 23 yacimientos de tsunamis en la región en los últimos 6.000 años.

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