Así se produce un tsunami
Un tsunami suele originarse por un terremoto submarino, un deslizamiento de tierra, una erupción volcánica o un meteorito.
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Un tsunami suele originarse por un terremoto submarino, un deslizamiento de tierra, una erupción volcánica o un meteorito. ¿Cómo se produce un tsunami? Pues por diversidades de causas, aunque la más destaca es por ondas u olas que se propagan en el mar y forman un terremoto marino. Hay que destacar que son peligrosos cuando se acercan a la costa, pero no cuando tienen lugar en el mar abierto.
Recientemente han sucedido algunos tsunamis importantes, sobre todo en el oceánico Índico y también en el Pacífico, siendo uno de los más recientes en Japón, pues son zonas más propensas a que se produzcan dichos fenómenos.
Como hemos señalado, la causa principal del tsunami son los terremotos o los volcanes que mueven la tierra en el fondo del mar. Debemos tener en cuenta que para que se origine un tsunami, el fondo marino debe ser movido abruptamente en sentido vertical, y una gran masa de agua del océano debe ser impulsada fuera de su equilibrio normal. Cuando el temblor de la tierra en el fondo del mar desliza tierra bajo el mar, el agua de la superficie sube, se produce una fuerte oleada, llega a la costa y choca contra la tierra. Una ola tsunami puede medir entre 7 metros (21 pies) a 33 metros (100 pies) de alto.
Aunque no siempre se puede prever un tsunami, los indicios que lo alertan son la bajada de marea. Cuando se acerca a la costa, su velocidad disminuye pero su altura aumenta. La longitud de onda también disminuye, con lo que la pendiente de la ola crece, y si la costa tiene una pendiente muy suave el tsunami ofrece una marea rápida, en la que el nivel del mar sube en menos de 10 minutos.
La fuerza del tsunami provoca toda clase de efectos devastadores por su velocidad y rapidez, por lo que no da tiempo a actuar. En este caso, las olas pueden alcanzar los 800 kilómetros por hora, y las olas altas son de más de 30 metros. Antes nos referíamos a que en el océano puede no provocar tantos daños porque las olas no son grandes, pero es al llegar a la cota cuando suben de altura y arrastran todo lo que se encuentran por delante.
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