Tener una mascota mejora nuestra salud emocional

Una mascota mejora nuestra salud de muchas formas, tanto a nivel físico como emocional. Además, las familias que conviven con animales de compañía suelen ser más felices. Es por ello que adoptar un perro o un gato cada vez es mejor evaluado, no solo por los posibles interesados, también como recursos medicinales, terapéuticos o pedagógicos. Después de todo, lo que estos seres tienen para enseñar y compartir es sencillamente invaluable.

Eso sí, antes de tomar la decisión de sumar un nuevo integrante a la vida en el hogar, se deben tener claras los deberes y responsabilidades que esto implica. Su cuidado no es cosa de solo un momento, tampoco es un asunto de modas y tendencias. Es una labor que hay que mantener durante todo el ciclo vital del animal, hasta su último aliento.

Bienestar emocional

Las mascotas contribuyen decididamente a reducir los niveles de angustias y estrés de sus dueños. Un efecto que consiguen muchas veces solo con su compañía. Además, tienen fama de ser excelentes oyentes. (Mucho más los perros que los gatos). Por lo que aquellos que regresan a casa agobiados por sus responsabilidades laborales, cuentan con amigos con quienes desahogarse.

Nuestras mascotas facilitan la correcta gestión de las emociones y estimulan la memoria, la atención y la concentración. También propician mejoras en la empatía y en la capacidad de socializar. Para muchos, son la excusa perfecta para entablar nuevas relaciones con personas de intereses afines.

Está probada la capacidad de los perros para mantener bajo control nuestra presión arterial. Del mismo modo, la superación de cuadros clínicos adversos, como intervenciones quirúrgicas o ataques cardíacos, es mucho más rápida en los pacientes que tienen a algún animal haciéndoles compañía.

Una mascota mejora nuestra salud 

Quienes tienen perros, sobre todo aquellos de razas grandes o hiperactivas, necesariamente deben mantener una rutina de actividades físicas. Lo que en algunos casos equivale a ejercicios físicos de intensidad moderada durante al menos 45 minutos, los siete días de la semana. Factor que se traduce en mejoras notables para el organismo, por dentro y por fuera.

Para los adultos de la tercera edad, tener bajo su cuidado una mascota mejora la salud y la calidad de vida en todos los sentidos. Estas personas reciben y dan mucho afecto. Además, al ser responsables de darles de comer, sacarlos a pasear y eventualmente hasta de bañarlos, tienen una razón para despertarse cada día. La misma situación se presenta con muchos de los sufren de cuadros depresivos.

Las mascotas y los niños

Los más pequeños de la casa también se benefician con la compañía de los perros. Aprenden conceptos como responsabilidad, amistad y lealtad, al tiempo que disfrutan de momentos que recordarán durante toda su vida.