Un experto lo confirma: así es como puedes saber si tu perro está enfadado contigo
El bostezo repetitivo es una de las principales señales de enfado en los perros
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¿Sabías que existe una manera de saber si tu perro está enfadado contigo? Los perros son conocidos por ser compañeros leales y cariñosos, capaces de brindar amor incondicional a sus dueños. Sin embargo, también experimentan un amplio abanico de de emociones que, aunque no siempre resulten evidentes, forman parte de su día a día. La alegría, el miedo, la tristeza o incluso el enfado forman parte de la conducta de nuestras mascotas, aunque a menudo no sepamos interpretarlas como es debido. De hecho, uno de los mayores desafíos para los dueños de perros es entender lo que sus amigos peludos sienten en cada momento.
En ocasiones, podemos notar que nuestro perro se comporta de una manera diferente, quizás ignorándonos, mostrando menos entusiasmo al vernos o incluso evitando nuestra compañía. Estos cambios pueden parecer sutiles, pero suelen ser señales de que algo no va bien. Aunque muchos creen que los perros no son capaces de «enfadarse» como lo haría una persona, los expertos aseguran que los perros sí experimentan emociones similares a las nuestras y, en ciertos momentos, pueden mostrar signos de malestar hacia su dueño. Es importante entender que no actúan por capricho ni buscan «vengarse», pero sí pueden reaccionar ante situaciones que les resulten incómodas, estresantes o frustrantes.
Claves para saber si el perro está enfadado
Los perros son animales muy expresivos, capaces de transmitir una amplia variedad de emociones. Sin embargo, la forma en que manifiestan estas emociones es muy diferente a la nuestra. Si tu perro está enfadado contigo, utilizará un lenguaje corporal sutil y algunas señales específicas que, si aprendes a reconocer, te permitirán comprender mejor su estado de ánimo y, por ende, mejorar la relación con tu mascota.
Una de las primeras señales de que tu perro podría estar enfadado o estresado es el bostezo repetitivo. Aunque el bostezo suele ser una forma de liberar tensión y relajarse, cuando ocurre de manera constante y en situaciones específicas, podría indicar incomodidad, agobio o enojo. Si, por ejemplo, estás abrazando a tu perro y observas que bosteza repetidamente, es posible que no le guste la situación y esté tratando de comunicártelo.
Un comportamiento que muchos dueños pasan por alto es el hecho de que los perros se laman la nariz y los labios de forma repetida. Los expertos coinciden en que este comportamiento es especialmente frecuente cuando un perro se siente presionado o sobreestimulado. Por ejemplo, si lo sujetas con firmeza para darle un abrazo y notas que comienza a lamerse repetidamente, es su forma de pedirte que lo dejes tranquilo. Es importante respetar estos límites.
Los movimientos del cuerpo también son un indicador clave del estado emocional de un perro. Cuando un perro está enfadado, su cuerpo se suele poner rígido y tenso. Puedes notar que se queda inmóvil, con los músculos contraídos y las patas firmemente plantadas en el suelo. Esta postura es una advertencia clara de que algo le está molestando y de que podría reaccionar si la situación no cambia.
Por otro lado, cuando un perro se niega a obedecer órdenes que normalmente cumple sin problemas, podría ser una señal de que está enfadado. Si le pides que se siente, se quede quieto o venga hacia ti y no lo hace, es posible que algo lo esté incomodando. La negativa a seguir tus órdenes no es necesariamente una muestra de rebeldía; más bien es una forma de decirte que algo en su entorno o en tu actitud le está causando malestar.
El rostro de un perro también puede darnos pistas claras sobre cómo se encentra a nivel emocional. Cuando un perro está enfadado o molesto, es probable que adopte una expresión facial tensa. Las orejas pueden estar hacia atrás o pegadas a la cabeza, la mirada será evitativa o fija, y su boca estará cerrada con los labios apretados. Además, si tiene la cabeza baja, indica que está agitado o a la defensiva.
Cómo gestionar la situación
Si notas que tu perro está enfadado, lo primero y más importante es actuar con paciencia y empatía. Los perros, al igual que las personas, necesitan tiempo para calmarse cuando algo les molesta, por lo que forzar interacciones sólo empeorará la situación. Dale su espacio y respeta sus límites hasta que esté preparado para acercarse nuevamente. Es fundamental no castigarlo ni regañarlo, ya que esto podría aumentar su malestar y dañar su confianza hacia ti.
Una vez que tu perro se haya calmado, es el momento de reforzar vuestra relación. Utiliza caricias suaves, palabras amables y recompensas como golosinas para mostrarle que todo está bien y que puede confiar en ti. Esta actitud no sólo ayudará a recuperar su tranquilidad, sino que también servirá para fortalecer vuestro vínculo a largo plazo. Además, es importante analizar qué pudo haber provocado su enfado. Reconocer y respetar sus límites es clave para evitar situaciones similares en el futuro.