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¿Cómo saber cuándo un perro está enfadado?

  • Francisco María
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Los canes tienen sentimientos y los exteriorizan. Por ello, si un perro está enfadado, de una forma u otra lo hará saber. En animales sanos, que viven en hogares que les dan todas las protecciones y cuidados, estas situaciones de enfado nos suelen resultar divertidas. Pero cuando se trata de animales maltratados o abandonados, el hecho de que se muestren agresivos no puede ser tomado a la ligera.

Las razones para que un perro doméstico se moleste son variadas. Hay ejemplos clásicos: como los ejemplares que no gustan de los baños o no quieren quedarse solos. Por lo general, cuando ‘protestan’ de forma vehemente ante estos episodios, suelen existir deficiencias en su proceso educativo.

En algunos casos, el enfado no es más que un ‘mecanismo de defensa’ ante factores que le generan miedo. Como la presencia de niños, bicicletas, coches o dispositivo que generan mucho ruido. Por ello, ante cualquier situación atípica, el primer paso es descubrir la causa de la molestia para poder actuar en consecuencia.

Cuándo un perro está enfadado

Los amantes de los perros, con experiencia en su crianza, no tienen mayores problemas en identificar cuando sus mascotas están molestas. Las señales abarcan desde ignorar deliberadamente la presencia del amo y rechazar regalos, hasta gruñidos y ladridos.

En todos los casos, si un can exterioriza una molestia, por muy graciosa que pueda parecer la situación hay que tomar en serio sus sentimientos. Están llamando la atención sobre algo que ellos consideran irregular y que debe ser corregido.

Del mismo modo, responder con violencia a las señales de advertencia que hace un perro es la peor de las ideas. La confianza entre la mascota y su dueño se verá seriamente afectada. Al tiempo que la ira, el estrés o el miedo que estén causando el desequilibrio, no harán más que aumentar.

Los perros sanos y bien cuidados confían plenamente en sus amos. En base a esa confianza es la razón por la que hacen saber cuándo algo les molesta. No esforzarse por entender lo que ocurre y reprimir a las primeras es una flagrante traición para el can.

Situaciones de cuidado

Un perro enfadado también puede ser la consecuencia de algún problema de salud. Desde un dolor profundo, hasta desequilibrios mentales. Por ello, cuando la agresividad se presente como un rasgo repentino y sin una causa fácilmente identificable, lo mejor es acudir al veterinario para encontrar el origen del problema.