Cambios de temperatura en gatos, consejos

Aunque los gatos suelen adaptarse con facilidad al ambiente donde viven, en ocasiones pueden sentirse mal o presentar problemas de salud cuando se exponen a condiciones climáticas extremas. Por eso, es importante estar atentos a los cambios de temperatura en gatos y tomar todas las medidas necesarias para su cuidado. De esta manera se logrará evitar cualquier tipo de consecuencia en su salud. La sensibilidad a los cambios de temperatura depende de la raza de gato: hay felinos que mudan su pelaje en otoño para soportar la temporada de invierno y otros sin pelaje que toleran muy bien el calor.

¿Qué consecuencias provocan los cambios de temperatura en gatos?

Tanto el frío como el calor pueden ser un gran desafío para nuestros amigos felinos. El calor puede provocar problemas como deshidratación y mareos, en especial en gatos que padecen de sobrepeso. En la práctica algunos ejemplares sobrellevan estos días calurosos jugando en el agua, pero no todos disfrutan de ello. Por eso es importante ayudarlos a encontrar la manera de refrescarse.

Por otra parte, las temperaturas muy frías pueden provocar en los gatos hipotermia. Esto suele afectar en su mayoría a los recién nacidos y a los ancianos que son más propensos a enfermarse.

Si crees que tu gato tiene congelación, debes llevarlo a una habitación cálida y cubrirlo con una manta. Se puede utilizar también una botella de agua caliente envuelta en toallas. Evita masajear o frotar a tu gato para calentarlo, ya que esto puede agravar su piel congelada.

¿Cómo cuidar a mi felino ante temperaturas extremas?

Mantén a tu gato seco en invierno

Muchos gatos disfrutan de estar al aire libre, incluso durante los meses más fríos. Por eso siempre que vuelva a casa después de una lluvia es importante secarlo para evitar que se enferme.

Coloca un refugio al aire libre

Si tu felino disfruta de explorar por las noches de invierno, es probable que una vez que te acuestes a dormir él quede fuera sin poder entrar hasta la mañana siguiente. Por eso una buena manera de asegurarle que estará cálido es colocarle un refugio al aire libre. Si, por el contrario, tu gato prefiere dormir dentro de casa, entonces asegúrate de que se encuentre en el interior antes del anochecer.

Darle agua fresca

Los cambios de temperatura en gatos pueden provocar deshidratación. Toda mascota debe tener siempre un suministro de agua, la cual debe ser reemplazada diariamente para mantenerse limpia y a una buena temperatura. Si tu minino desea hidratarse y no encuentra nada en su tazón, es probable que acuda a canaletas o charcos que a veces contienen agua sucia o con químicos que pueden provocarle problemas de salud.

Revisa siempre tu coche

Cuando hace mucho frío, es normal ver a los felinos buscando lugares cálidos donde dormir. Muchos gatos que viven en la calle y otros que deambulan en ella tienden a esconderse dentro de los motores de los automóviles. Por eso siempre debes revisar y sacarlos de allí para evitarles cualquier peligro.

Ofrece un lugar cómodo y seguro

Los gatos adoran los lugares cálidos y acogedores, en especial durante el invierno. Por eso asegúrate de ofrecerle una cama cálida con cojines donde pueda dormir. Si tu felino no tiene pelo o lo tiene muy corto, puedes colocar su cama cerca de la calefacción.