Se va un mito: Rudy Fernández cierra una carrera plagada de títulos y récords

Se acabó. Rudy Fernández ha colgado las zapatillas tras la eliminación de España en los Juegos Olímpicos de París. El capitán de la selección española cierra una carrera legendaria, plagada de títulos y récords, en la que siempre supo poner su talento al servicio del equipo, evolucionando de un rol a otro para ser siempre a útil a su seleccionador, al Real Madrid y a los que equipos de la NBA donde también militó. Pura historia del baloncesto español.

Enumerar la lista de títulos de Rudy Fernández deja sin aire a cualquiera, pero allá vamos. Con la selección: dos Mundiales, cuatro Eurobaskets y tres medallas olímpicas, dos de plata y una de bronce. Récord de internacionalidades con España (266) y récord de seis participaciones olímpicas en la historia del baloncesto masculino mundial. Con el Real Madrid: tres Euroligas, siete Ligas, siete Copas del Rey, nueve Supercopas de España y una Copa Intercontinental.

«Me voy habiendo intentado lo que he intentado siempre, ayudar al equipo. Siento paz porque llega el momento de estar tranquilo con la familia y también tristeza porque he vivido muchísimas cosas con esta selección y el baloncesto. Que no haya más torneos ni viajes tiene ese ambiente de tristeza y se echará de menos», declaró el propio Rudy en zona mixta tras el partido.

Le queda el regusto amargo de que esta despedida olímpica, la que le prometió a su padre antes de su fallecimiento, no ha sido la que esperaba ni en vivencias, ya que no pudo disfrutar de la Villa Olímpica ni de la ceremonia de inauguración, ni en resultados, con la derrota ante Canadá que le ha cerrado a España la puerta de las medallas.

Cuando se pase este mal trago, solo relucirá todo lo bueno que el balear ha logrado durante su extensa carrera en la élite, un periodo de dos décadas que arrancó en el Joventut de Badalona, su club de formación, y que le hizo pasar por Portland Trail Blazers, Denver Nuggets y Real Madrid, donde ha jugado las 13 últimas temporadas y también ha logrado convertirse en un mito.

En sus primeros años emergió como un anotador superlativo y espectacular, tanto que llegó a disputar el concurso de mates en la NBA. Penetrador incisivo y gran triplista, era un tormento para sus rivales en cualquier posición hasta que una salvaje agresión marcó un punto de inflexión en su carrera. Fue Trevor Ariza quien le provocó una lesión de espalda persistente y que siempre le ha acompañado desde entonces.

El último superviviente

Rudy perdió facultades físicas, pero lo compensó con una inteligencia única para entender el baloncesto. Mutó a un defensa feroz y a base de experiencia se confirmó como un jugador que siempre hacía lo que necesitaba el equipo. Tras cuatro años en la NBA, volvió al Real Madrid y, junto con su amigo Sergio Llull, que sí seguirá al menos una temporada más, y Pablo Laso en el banquillo, lideró una de las épocas más esplendorosas en la historia del club blanco.

Este año pudo celebrar unos cuantos títulos más con el su equipo, aunque la Euroliga se les escapó ante el Panathinaikos, y en su último encuentro levantó el título de Liga. Luego llegó el Preolímpico de Valencia y estos Juegos Olímpicos en los que España, una vez más, ha rendido por encima de lo que se presumía. Ya se fueron los hermanos Gasol, Navarro, Calderón, Reyes, penúltimo Sergio Rodríguez… Y ahora se va Rudy, el último superviviente del Mundial de Japón 2006. Puñetera ley de vida.