Corinna: «El Emérito ha llamado para perjudicarme a Putin, a Clinton y a París y no le han hecho ni caso»

Corinna se lamenta ante Villarejo durante las dos conversaciones que mantuvo con él, tanto en su casa como en el restaurante italiano Santini, que Juan Carlos I llamó al ex presidente norteamericano Bill Clinton y al presidente de Rusia, Vladimir Putin, para que dejaran de trabajar con ella. El Rey Emérito realizaba todas esas llamadas tras la ruptura sentimental.

Así se lo contaba la princesa alemana a Villarejo sin darse cuenta de que su interlocutor la estaba grabando: «El Emérito ha llamado a Rusia. En Rusia me quieren mucho. Me lo ha contado el propio Serguéi Lavrov –el ministro de Asuntos Exteriores ruso– que ha recibido una llamada. Le ha dicho al ex Rey lo que he hecho para ellos desde hace 15 años: ‘Ella lo sabe. Nunca ha cometido nada. Lealtad total. Una transparencia total con nosotros. La queremos muchísimo y vamos a trabajar con ella».

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, no exageraba porque Corinna había actuado durante todo ese tiempo como intermediaria de Moscú en operaciones internacionales, algunas de ellas para la petrolera rusa Lukoil.

La princesa alemana también le desveló a Villarejo las gestiones de su ex compañero sentimental ante el ex presidente norteamericano, Bill Clinton:

«También ha hecho llamadas a Bill Clinton. También me lo ha dicho. Sabe que estoy con Rusia, con los americanos y también ahora con el Gobierno francés. Y en ese momento que la gente no te hace caso es muy triste porque la gente mira solamente el resultado. ¿Y ahora qué hace él para ellos? Nada».

Ya en el restaurante italiano Santini, en Belgravia, donde invita a cenar a Villarejo, Corinna retoma el asunto de las presiones de su ex pareja. Se muestra dolida por los intentos de la persona con la que se relacionó durante cinco años de perjudicarle profesionalmente.

«Han llamado como a 100 personas para decirles que era malísima. El ex ha llamado…Pero a mí me da mucha confianza de que gente como Clinton, Lavrov o Putin le hayan dicho: ‘Sí, sí…’. Cuando reciben esas llamadas, contestan: ‘Sí, sí…’. Y continúan conmigo. Todos los años me dan cosas increíbles. Ni hacen caso. Saben que les voy a arreglar los temas».

La verdad es que la ruptura con Juan Carlos I, y a pesar de todas esas presiones, Corinna siguió trabajando de manera regular. Ni las acciones de los servicios secretos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ni las influencias de las amistades del ya Rey Emérito lograron apartarla de los negocios internacionales.