Investigación
Memoria Histórica

El bisabuelo de Sánchez se quitó el Castejón para huir de la Policía de Franco tras quebrantar su condena

En cinco padrones municipales consultados por OKDIARIO entre 1940 y 1965, aparece como Juan Pérez Marín

Hasta 2001 no recuperaron el apellido Castejón sus descendientes, incluido el propio presidente del Gobierno

Juan Bautista Pérez-Castejón Marín, el bisabuelo guardia civil de Pedro Sánchez condenado a 14 años, 8 meses y un día de cárcel por matar un compañero cuando salía del retrete, se quitó el apellido Castejón para despistar a la Policía de Franco tras quebrantar su condena. En cinco padrones municipales consultados por OKDIARIO entre 1940 y 1965 de los términos municipales de Vallecas y Madrid, este antepasado del líder del PSOE aparece como Juan Pérez Marín.

Los franquistas abrieron diligencias en noviembre de 1939 contra Juan Bautista Pérez-Castejón Marín –originario de Lorca (Murcia)– por haber quebrantado la condena que le impuso la Justicia republicana. Su delito fue el asesinato, el 20 de noviembre de 1932, de su compañero de servicio, José Ruiz Capel, en la casa-cuartel de la Guardia Civil en Fuente Álamo (Murcia).

El bisabuelo del hoy presidente del Gobierno comenzó a cumplir su condena en la cárcel de San Antón de Cartagena. En julio de 1936, la situación revolucionaria desencadenada por el golpe militar vació las prisiones en toda la zona leal al Gobierno. Con la salida de los presos comunes se agravaría la ya de por sí terrorífica represión en su retaguardia. Pérez-Castejón se beneficiará de esta situación.

Como un prófugo, nunca más volvería a prisión a cumplir su condena. Sólo cumplió 16 meses -de marzo de 1935 a julio de 1936- de la condena de 14 años de cárcel por matar de ocho tiros a su compañero guardia civil, un crimen del que se hizo eco la prensa de la época.

Empadronamiento del entonces Ayuntamiento de Vallecas de diciembre de 1945 donde figura Juan Pérez Díaz, bisabuelo de Pedro Sánchez, con su familia.

El expediente -extraído del sumario número 5802 que se conserva en el Archivo Naval de Cartagena- recoge que cuando Juan Bautista abandonó la prisión, «marchó por la parte de Granada y después por Valencia como cabinero», un recorrido que coincide con el de su joven hijo Mateo enrolado también en filas rojas antes de ser denunciado por «deserción» en el frente de Teruel en 1938. Como reveló OKDIARIO la semana pasada en exclusiva, Mateo se pasó al bando nacional como legionario y fue condecorado por el régimen de Franco on la Medalla de la Campaña y con dos Cruces Rojas del Mérito Militar, que se entregaban a «aquellos que se distingan en las operaciones de guerra».

El hijo de la víctima del bisabuelo de Sánchez, José Ruiz Aparicio, de 17 años, denunció después de la guerra que Juan Bautista Pérez-Castejón fue puesto en libertad del penal de Cartagena al producirse el golpe militar. También le acusó de «cometer toda clase de atropellos en el pueblo de Lorca», constándole asimismo que a él y a sus familiares «los buscaba con gran interés para matarles».

El denunciante afirmó que el bisabuelo de Pedro Sánchez se incorporó como miliciano a la brigada del comunista Valentín González, El Campesino, donde alcanzó el grado de capitán.

Juan Bautista Pérez-Castejón Marín, bisabuelo guardia civil de Pedro Sánchez.

Distintos informes de Falange señalaban, en cambio, que salió al frente de Granada como voluntario en el Cuerpo de Carabineros o que partió con una brigada de presidiarios a Teruel. Con él marchó su hijo Mateo hasta la incorporación de éste al Batallón de Apoyo de Carros Blindados, cuyas filas abandonaría para acabar en el bando franquista.

A pesar de ello, en plena guerra, el Tribunal Popular de Cartagena, nuevo órgano judicial revolucionario, recibió del Juzgado de Cartagena, que había instruido la causa, el sumario del bisabuelo de Pedro Sánchez para seguir conociendo de la misma. Allí, al parecer, se perdió finalmente toda la documentación.

Por su petición de una pensión con motivo de la desaparición de su hijo Mateo en el frente de Teruel, presentada en 1938 en la Pagaduría del Ejército en Valencia, hay constancia de que el ex guardia civil se encontraba entonces en la ciudad del Turia, viviendo con su mujer, Isabel Díaz Quesada, en la calle Pasionaria. La solicitud fue rechazada porque Juan Bautista Pérez-Castejón Marín ya estaba recibiendo un sueldo del Estado, incompatible con la pensión solicitada.

Comunicación de la Dirección General de Seguridad en 1943 sobre el paradero desconocido del bisabuelo de Sánchez, entonces en «busca y captura».

Ordenada su «busca y captura», las gestiones practicadas por la Policía franquista fueron infructuosas. En 1942, las autoridades municipales de Lorca comunicaron que el fugitivo Pérez-Castejón había marchado a Madrid, pero que desconocían el domicilio. La Policía supo entonces que su mujer, Isabel Díaz Quesada, se había ido con sus hijos al entonces pueblo de Vallecas al terminar la guerra.

En marzo de 1943 apareció en el Boletín Oficial de Murcia una requisitoria para que el bisabuelo de Pedro Sánchez se presentara ante el juzgado militar de Lorca para seguir cumpliendo la condena de cárcel que se le impuso en tiempos de la República. Al no hacerlo fue declarado en rebeldía un mes después.

Lo cierto es que Juan Bautista Pérez-Castejón venía residiendo desde hacía tiempo en Vallecas, jugando al despiste con la Policía franquista: para ocultar su identidad se eliminó el apellido Castejón, para pasar a ser Juan Pérez Marín.

Así figura en los padrones municipales de los años 1940 y 1945 del entonces pueblo independiente de Vallecas, y en los padrones de Madrid de 1950, 1955, 1960 y 1965, cuando Vallecas ya estaba incorporada a la capital.

En la calle Uceda

En todos ellos declara vivir en la calle Uceda número 1, con su mujer y sus hijos, entre los que incluye en 1940 a Mateo, si bien este estaba en prisión preventiva en la cárcel provincial de Zaragoza por una denuncia falsa de un compañero legionario. En 1945, ya en libertad, Mateo aparecerá con la profesión de dependiente.

A lo largo de esos años, Juan Pérez Marín figura sucesivamente como albañil, jornalero, vendedor y pescadero. La familia crece en número de hijos. Cuando se instalan en Madrid son cinco: Mateo, Santiago, María, Manuela e Isabel, esta última nacida en agosto de 1937, al cumplirse el primer año de la Guerra Civil. En la capital nacerán dos más: Juan y Antonio.

Bajo la nueva identidad que le ofrece el haberse suprimido el apellido Castejón, Juan Bautista vivirá entregado a su familia para sacar adelante a sus siete hijos, que irán dejando el hogar paterno con el paso de los años. Como van dejando atrás también, bajo la España franquista del desarrollo, los capítulos más negros de su familia y de su país.

Será en 2001, veinticuatro años después de instaurada la democracia, cuando los Pérez Díaz y sus descendientes recuperen el apellido originario del bisabuelo fugitivo de Pedro Sánchez: Pérez-Castejón, según documentación oficial también en poder de este periódico.