Sarkozy se despide de la política tras su fracaso en las Primarias: «Adiós a todos»
El ex presidente francés Nicolas Sarkozy reconoció este domingo su derrota en la primera vuelta de las primarias de la derecha francesa y queda fuera de la carrera a las presidenciales de 2017. «No logré convencer a los electores», declaró Sarkozy en un discurso transmitido por televisión después de que se anunciara que obtuvo el tercer puesto en estos comicios, muy por detrás de su ex primer ministro François Fillon y del alcalde de Burdeos Alain Juppé.
Ha desvelado que, tras su eliminación, apoyará ahora al candidato François Fillon en la segunda vuelta: «Cualquiera que haya sido mi desencuentro con él en el pasado, ha entendido mejor los desafíos a los que se enfrenta Francia. Por eso votaré por él en la segunda vuelta» concedió.
Presidente de Francia entre 2007 y 2012, Nicolas Sarkozy había apostado por volver a lo grande al primer plano de la política, aspirando a convertirse en el candidato presidencial de Los Republicanos, el partido de centro-derecha francés. De hecho, fue él mismo quien impulsó el nombre en la refundación del partido, llamado Unión por un Movimiento Popular (UMP) cuando él fue presidente, agrupación fundada por Jacques Chirac.
Ministro de Interior y de Finanzas antes de llegar al Elíseo, optó por un tono personal en su despedida, manteniendo su estilo de siempre. Se refirió a su familia, sus hijos y su esposa Carla Bruni, a quien valoró por vivir junto «a un hombre que levanta tantas pasiones. Ahora espero levantar más pasiones que públicas» dijo Sarkozy, quien se despidió con un «adiós a todos».
La elección abierta le hundió
Durante la campaña Sarkozy, escorado al ala más a la derecha de la contienda, mantuvo duros enfrentamientos con los dos aspirantes que ahora le han superado. Aunque Juppé siempre fue por delante en los sondeos -Fillon fue siempre el tercero en discordia-, Sarkozy siempre se pensó el favorito. Principalmente porque era el preferido de los militantes del partido, unas 200.000 personas.
Pero han sido los simpatizantes los que han echado por tierra las opciones de Sarko. La participación ha sido muy elevada -más de tres millones de votantes-, lo que iba en detrimento de sus opciones. De hecho, según un sondeo realizado por la BFMTV, un 15% de los votantes serían de izquierdas que querían evitar la victoria de Sarkozy.
La votación era abierta y para inscribirse había que pagar dos euros. Estas primarias tienen una enorme importancia porque, ante la crisis del Partido Socialista, bien podrían verse en una segunda vuelta en las presidenciales el próximo año Los Republicanos y el xenófobo y ultraderechista Frente Nacional de Marine Le Pen. Ahí, el voto de la izquierda podría ser decisivo para frenar la llegada al Elíseo de la candidata ultra.