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Una menor de 14 años muere en México tras una cirugía de aumento de pecho sin consentimiento paterno

El padre de la menor descubrió la operación al ver las cicatrices en el cuerpo de la niña

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Paloma Nicole, una menor de edad de 14 años, ha muerto después de haber sido sometida a una operación de aumento de pecho en México. La joven fue intervenida quirúrgicamente el pasado 12 de septiembre en una clínica privada en el Estado de Durango. De acuerdo con las autoridades, la operación se llevó a cabo con el consentimiento de la madre, pero sin conocimiento ni autorización del padre.

Tras la cirugía, la menor presentó complicaciones graves: sufrió una parada cardiorrespiratoria, inflamación cerebral y fue inducida al coma. Pese a ser intubada y recibir atención hospitalaria, su estado empeoró y finalmente falleció días después. El certificado de defunción inicial señaló como causa el «edema cerebral derivado de una enfermedad respiratoria».

El padre no fue informado

El padre de la adolescente asegura que «nunca fue informado» sobre la operación. Según su testimonio, descubrió la existencia de la cirugía en el funeral, cuando notó «cicatrices y los implantes» en el cuerpo de su hija. Indignado por lo ocurrido, presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado de Durango, pidiendo que se investigue al personal médico, a la clínica y también a la madre de la menor por haber autorizado el procedimiento sin su consentimiento.

Tras la denuncia, la Fiscalía abrió una carpeta de investigación por posible homicidio culposo, negligencia médica y omisión de cuidados. Además, se autorizó la práctica de una necropsia para esclarecer con precisión las causas de la muerte, pues los padres inicialmente habían aceptado el certificado hospitalario sin cuestionar.

Activistas denuncian su muerte

Colectivos feministas y organizaciones sociales condenan la muerte de Nicole, ya que advierten que este caso refleja no solo posibles negligencias médicas y falta de supervisión en clínicas privadas, sino también la creciente presión social y cultural que impone «estándares de belleza irreales» sobre niñas y adolescentes.

Denuncian que la niña ha sido víctima de «violencia estética», un fenómeno que obliga a las jóvenes a modificar su cuerpo para cumplir con expectativas externas. Ahora, las activistas exigen justicia y sanciones para los responsables y una regulación más estricta de los procedimientos quirúrgicos en menores, así como campañas de concientización sobre los riesgos de normalizar la cirugía estética en edades tempranas.