Irán aprueba una norma para terminar con las inspecciones nucleares de la ONU

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El centro de investigación nuclear de Natanz, a 270 kilómetros de la capital iraní. Foto: AFP

Irán aprobó un proyecto de ley que insta al presidente de la nación, Hasán Rohaní, a poner fin a las inspecciones nucleares internacionales dirigidas por la Organización de Naciones Unidas (ONU), a menos que Estados Unidos elimine para el mes de febrero las sanciones que impuso al país persa a cuenta de los incumplimientos del pacto nuclear (JCPOA) sellado en 2015 junto con otras potencias como Francia, Rusia, Reino Unido, Alemania y China.

Así, el nuevo Ejecutivo norteamericano del presidente electo Joe Biden dispone de escasas semanas para llevar a cabo una negociación diplomática para poner fin al contencioso con Irán.

La nueva normativa también dice que el país persa tomará medidas de inmediato para comenzar a producir 20% de uranio enriquecido con fines pacíficos y aumentará su reserva de material fisionable, lo que podría reducir el tiempo que Irán necesita para prepararse de cara a obtener un arma nuclear.

El Consejo Guardián, un cuerpo político y legal compuesto por clérigos y académicos de alto rango, ratificó el proyecto de ley este miércoles y lo convirtió en un requisito legal, al tiempo que extendió el plazo para el alivio de las sanciones a dos meses, en lugar de uno, según informó la televisión estatal iraní.

El proyecto de ley aclara que, si Estados Unidos no elimina las sanciones a la industria crediticia de Irán, las exportaciones de petróleo y productos derivados del petróleo y los depósitos en el extranjero dentro de dos meses, el Parlamento suspenderá un acuerdo voluntario que el país tiene con los inspectores de Naciones Unidas que les permite acceso a sitios nucleares.

El acuerdo nuclear impuso límites estrictos de 3,67% al nivel de pureza del uranio enriquecido permitido a Irán, pero abandonó el límite después de que Trump se retirara del acuerdo y otros socios no pudieran ofrecer el alivio prometido de las sanciones. Alrededor de 630 kilogramos de uranio poco enriquecido deben purificarse al 90% para producir los 15 a 22 kilogramos de uranio de grado que necesita un experto para fabricar una bomba. La reserva iraní de uranio poco enriquecido aumentó a alrededor de 2.443 kilogramos, de 2.105 kilogramos en el tercer trimestre de este año, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la ONU. No está claro si el Gobierno puede impugnar o apelar la decisión del Consejo Guardián o si el llamado Protocolo Adicional, que Irán firmó con el OIEA junto con el acuerdo nuclear de 2015, puede ser suspendido legalmente solo por los legisladores.

Mientras, Joe Biden se ha comprometido a poner fin a la ofensiva económica del Gobierno saliente de Donald Trump contra el régimen de los ayatolás

Esta nueva dura postura llega después de que Irán acusara a Israel y EEUU de matar a Mohsen Fajrizadeh, un destacado científico nuclear, la semana pasada. El cual era señalado por los servicios de inteligencia como el director del programa nuclear iraní orientado al campo armamentístico. De hecho, el Ministerio de Inteligencia iraní dijo haber “identificado a las personas relevantes” involucradas en el asesinato, según informó la agencia de noticias semioficial Tasnim.

Joe Biden ha dicho que quiere restablecer el acuerdo nuclear, mientras que Trump ha acelerado sus esfuerzos para destruirlo antes de abandonar la Casa Blanca el 20 de enero.

Rohaní rechazó y criticó la nueva ley decretada. “Por supuesto, el Gobierno no está de acuerdo con ese fallo y lo considera perjudicial para los esfuerzos diplomáticos”, dijo Rohaní en una reunión de gabinete el miércoles, según informó la agencia estatal de noticias de la República Islámica.

El martes, el OIEA restó importancia al proyecto de ley como un asunto interno que no ha tenido relación con la cooperación entre Irán y la agencia. El aumento de las tensiones sobre el programa nuclear de Irán y los incidentes como el asesinato de Fajrizadeh podrían complicar los esfuerzos de Biden, que se ha comprometido a poner fin a la ofensiva económica de Trump contra Teherán y volver a comprometerse diplomáticamente.

Prosiguen de esta forma las disputas diplomáticas entre EEUU e Irán en el marco del enfrentamiento planteado entre ambos desde hace ya muchos años. El nuevo gran punto álgido de este enconamiento se dio a partir de 2018, cuando la Administración Trump abandonó el pacto nuclear rubricado con el Estado iraní y con Francia, Reino Unido, Alemania, China, Rusia y la Unión Europea en 2015 por el que se ponía coto al programa atómico persa, sobre todo en lo vinculado al aspecto armamentístico; para imponer seguidamente a Teherán sanciones económicas y políticas, entre las que destacaban las relacionadas con el comercio de petróleo, principal fuente de financiación iraní.

Hasán Rohaní respondió contundentemente en su momento amenazando con seguir comerciando con su crudo y con bloquear el estrecho de Ormuz, principal zona de paso del comercio petrolero mundial. Advertencias tras las cuales se fueron sucediendo incidentes relacionados con buques cargueros en aguas del Golfo y ataques contra intereses petrolíferos y aeroportuarios en Arabia Saudí (gran rival de Irán en Oriente Medio y principal símbolo de la rama suní del islam, contrapuesta a la chií representada por los iraníes dentro de una pugna por el dominio regional).

La comunidad internacional, en general, y casi toda la árabe (con excepciones como la de Qatar), en particular, señalaron al régimen teocrático y a agentes proiraníes por estar detrás de estas ofensivas. Algo que negaron las autoridades persas, a pesar de que es conocida la injerencia de Irán en asuntos internos de naciones vecinas a través de las Fuerzas Quds, división internacional de la Guardia Revolucionaria Islámica (cuerpo de élite del Ejército iraní); con la colaboración de grupos chiíes vinculados a Irán desplegados en naciones como Irak (Fuerzas de Movilización Popular), Líbano (Hamás), Yemen (milicias hutíes) o Siria (grupo armado Liwa Fatemiyoun).

La República Islámica de Irán terminó por reducir parte de sus compromisos atómicos tras las sanciones recibidas y desde el resto de los países firmantes del JCPOA se instó a salvar el acuerdo nuclear a pesar de la marcha de EEUU. De hecho, se habilitó el mecanismo INSTEX para poder suministrar material médico a Irán ante la lucha contra la pandemia del coronavirus, en este caso a través de operaciones que evitaban las transacciones en dólares, evitando incurrir así en la violación de las sanciones económicas decretadas por Estados Unidos.

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