ESCÁNDALO HUNTER BIDEN

Una ex espía de la CIA que mintió sobre Hunter Biden trabajaba en Twitter en plena censura a Trump

Nada Bakos cerró su perfil profesional en Internet para ocultar su vinculación a la red social y su implicación en bloqueos de cuentas y censuras de mensajes

Biden usó emails con nombres falsos para hablar de negocios con su hijo Hunter cuando era vicepresidente

Los problemas legales de Hunter Biden ponen en peligro la reelección de su padre como presidente

Dana Bakos, ex agente de la CIA y trabajadora de Twitter
Dana Bakos, ex agente de la CIA y trabajadora de Twitter

Una de los espías de la CIA que engañaron en 2020 al público estadounidense acerca del escándalo de Hunter Biden, el hijo del presidente estadounidense, estaba trabajando a la vez en Twitter -ahora X- como responsable de la aplicación de las Políticas de la red social en plena época de censura también a Trump. Se trata de Nada Bakos, una agente de la Central de Inteligencia especializada en cazar terroristas tras el 11S.

Así se desprende del último bombazo de los Papeles de Twitter  visto a la luz en las últimas horas y que en pasadas entregas ha ido desvelando cómo la compañía de Internet manipuló a la opinión pública cerrando cuentas como la del ex presidente Donald Trump, censurando el propio escándalo de Hunter Biden y otras opiniones desfavorables contra Joe Biden durante la campaña electoral de 2020.

En octubre de dicho año, más de 50 ex espías de la inteligencia de EEUU firmaron una carta manifestando que todas las noticias publicadas por el New York Post sobre el ordenador del hijo de Joe Biden eran falsas y que «formaban parte de una operación urdida por la maquinaria de propaganda rusa». 

Hace ya un año que quedó acreditado que la carta de los espías fue una patraña creada desde el círculo más cercano a Biden para intentar salvar la cara en las elecciones presidenciales y que Rusia no tenía nada que ver con todo aquello. 

Posteriormente, el New York Post decidió en marzo de 2022 publicar la foto y nombres de los espías que habían mentido a la opinión pública, Nada Bakos estaba entre ellos, por lo que alarmada contactó con sus compañeros de trabajo de Twitter y de la CIA para advertirles del riesgo de que saliera a la luz su segundo trabajo como moderadora de contenidos en Internet, por lo que decidió cerrar su cuenta de LinkedIn a la vista de todos.

Cuando Bakos firmó el manifiesto contra las noticias desfavorables a Biden sucedieron varios acontecimientos muy relevantes. Tras la publicación del primero de los artículos del New York Post, Twitter decidió borrar la historia por completo al alegar que violaba su política interna contra la publicación de material digital robado y cerrar la cuenta del periódico exigiendo la retirada de los seis tuits sobre el hijo de Biden.

Donald Trump también fue objeto constante del acoso de la red social mediante la censura de sus mensajes directamente y luego el bloqueo de su cuenta.

Todo ello se produjo justo dos semanas antes de la cita con las urnas y cuando Twitter trató de rectificar, semanas después, Biden ya había ganado las elecciones.

Su entonces máximo responsable legal y de políticas de Twitter, Vijayya Gadde, despedida en octubre 2022 por el actual propietario de la firma, Elon Musk, manifestó que la plataforma se había limitado en un primer momento aplicar la política que «limitaba hacerse eco de material procedente del pirateo».

No obstante, el Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes sentó a finales del pasado año a declarar a cuatro ex altos cargos de la compañía que en octubre de 2020 formaban parte de su equipo legal o de transparencia. Allí no estuvo Nada Bakos, la ex espía ahora pillada como también trabajadora de Twitter. El presidente de dicho comité, el republicano James Comer, acusó a Twitter de «callar las voces que no consideraban apropiadas».

El portátil del hijo de Biden

El escándalo de Hunter Biden y su ordenador viene trayendo de cabeza a la Casa Blanca y al propio presidente desde hace años. Todo comenzó cuando el vástago del mandatario llevó su portátil a una tienda de reparación de ordenadores en Delaware para solucionar sus problemas técnicos.

Sin embargo, el hijo del presidente se olvidó por completo de su dispositivo y pasaron meses hasta que los responsables del local decidieron quedarse con el mismo y todo su contenido. El material almacenado fue saliendo poco a poco a la luz pública: posibles casos de pederastia, fotografías consumiendo drogas, bacanales con prostitutas, etc.

Hunter Biden's explicit laptop images released by former Donald Trump employee

Pero no solo eso, en los correos electrónicos almacenados en el ordenador aparecen también mensajes del hijo del presidente dirigidos a la compañía de gas natural ucraniana en la que Hunter Biden estaba en su consejo de administración y por lo que está haciendo actualmente investigado -por posible tráfico de influencias y al haberlo ocultado a las autoridades- tanto por la justicia estadounidense, como por el Congreso de los EEUU. 

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