Crece la desconfianza de los aliados con Biden ante la mayor filtración de secretos desde 2013
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La filtración de decenas de documentos de alto secreto de Estados Unidos, incluidas las evaluaciones del departamento de defensa de la guerra en Ucrania, ha desatado las alarmas entre los países aliados con el Gobierno Biden y ha alimentado la preocupación de que la información contenida pueda ayudar a Rusia en su invasión a Ucrania, así como complicar a las agencias de inteligencia estadounidenses su trabajo en el futuro. Se trata de la mayor filtración de documentos secretos desde 2013 con Edward Snowden y curiosamente bajo otro gobierno demócrata, el de Barack Obama. La filtración ayuda, finalmente, tanto a Rusia como a China.
Muchos de los documentos procedían de las sesiones informativas del Departamento de Defensa de los días comprendidos entre 23 de febrero y 4 de marzo con detalles sobre la guerra en Ucrania, evaluaciones del campo de batalla, etc. Dichas sesiones informativas se realizan normalmente por vía electrónica, a través de medios seguros, a cientos de personas en el país. Si se imprimen, los investigadores pueden rastrear desde dónde se imprimieron. Deben imprimirse en impresoras seguras y suelen estar numeradas.
Por otra parte, entre los documentos clasificados ya publicados en línea, también hay inteligencia altamente clasificada que no forma parte del Departamento de Defensa. Parecen haber sido producidas por otras agencias de inteligencia como la CIA y la NSA. Esta información inteligencia no es de fácil acceso para el Pentágono, y su inclusión sugiere que la filtración puede haberse extraído de fuera del edificio. Algunas de las fugas de información más perjudiciales tienen que ver con Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, Israel y Egipto. Por ejemplo, uno de los documentos más controvertidos y sensibles se refiere a Egipto, que ha recibido 50.000 millones de dólares de EEUU en ayuda militar desde 1978.
Los informes sugieren que el presidente egipcio, El-Sisi, planeaba enviar en secreto 40.000 misiles a Rusia para su uso en Ucrania al mismo tiempo que mantenía conversaciones telefónicas amistosas con el presidente ucraniano, Zelenski. Los documentos muestran inteligencia en tiempo real sobre la guerra en Ucrania que puede afectar a la próxima ofensiva de primavera. Por ejemplo, el Pentágono creía que los ucranianos iban a quedarse sin misiles de defensa antiaérea a mediados de mayo.
La información contenida es un verdadero tesoro para los adversarios estadounidenses. Más allá de que se diga de Ucrania se está quedando sin munición, el significado y la traducción que realicen desde el Kremlin será lo más significativo. Esta clase de filtraciones solo ayudan a hundir los lazos de colaboración entre los aliados y ofrece información de inteligencia vital para el ejército ruso y las decisiones que emprenda en su ofensiva de primavera. Del mismo modo que puede alentar a Vladimir Putin, a creer que sus fuerzas militares pueden desgastar a los ucranianos al durar más que ellos.
El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, ha solicitado una sesión informativa clasificada para todos los senadores sobre los documentos filtrados. El portavoz de seguridad nacional en la Casa Blanca, John Kirby, advirtió este lunes que los detalles alrededor de los documentos del Pentágono filtrados no deberían salir a la luz. «Se trata de información que no es de interés para el dominio público. Si no les importa, les diré que no es información para portadas de periódicos o de televisión. No debe ser para consumo público y no debería salir al exterior», señaló Kirby. Son varios medios de comunicación, como Fox News, quienes no han querido compartir el contenido con sus espectadores.
El número de documentos podría ascender al centenar, aunque el Pentágono solamente ha verificado algo menos de la mitad. El Departamento de Justicia, ha abierto una investigación sobre el asunto.