La casa del embajador español en Venezuela albergó reuniones entre Gobierno y oposición

Venezuela
Embajada de España en Caracas.

La residencia del embajador de España en Caracas, Jesús Silva, fue escenario de varias reuniones entre representantes del Gobierno de Nicolás Maduro y de la oposición venezolana, con la mediación del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, según ha informado un periodista venezolano y han recogido distintos medios locales.

En un artículo publicado en su blog en el diario El Nacional, el periodista Kiko Bautista, expresentador de la cadena Globovisión, afirma que antes de que el opositor Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, fuera trasladado de la cárcel a su casa para seguir cumpliendo allí su condena, éste se reunió al menos ocho veces con Zapatero, y que en varias ocasiones participaron los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, exministra de Exteriores de Venezuela y exvicepresidente de la República y ahora alcalde del municipio Libertador.

Hasta que, el pasado 8 de julio, López pasó a arresto domiciliario, una decisión que el periodista atribuye a que el presidente de Venezuela quería borrar el efecto negativo que había tenido en su imagen la toma de la Asamblea Nacional -controlada por la oposición- y mostrar su voluntad de dialogar con la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) una salida al conflicto político.

En suelo español

Según Bautista, los partidos Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo -integrantes de la MUD- acordaron explorar conversaciones secretas con el Gobierno y se mantuvieron al menos cinco encuentros secretos en la casa del embajador español.

Tras varias reuniones previas entre la MUD y Zapatero, las conversaciones se trasladan a la residencia diplomática, donde Gobierno y oposición se citan al menos diez veces. Además de Zapatero, asisten Henry Ramos Allup, Freddy Guevara, Manuel Rosales y Julio Borges, entre otros políticos de la oposición.

De Zapatero, el artículo dice que se convirtió en «punto de encuentro» entre las partes junto a Vicente Díaz, exrector principal del Consejo Nacional Electoral, y que el Gobierno español fue el que se hizo cargo de sus gastos en Caracas durante la labor de mediación.

Fracaso de las negociaciones

En las negociaciones se trataron temas como el aplazamiento de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente –que finalmente se hizo el domingo pasado–, el calendario electoral (para municipales y presidenciales), la liberación de presos y la ayuda humanitaria, pero finalmente el diálogo acabó encallando el miércoles de la semana pasada, según cuenta Bautista.

Entonces, siempre según la prensa local recogida por Europa Press, Leopoldo López llama a Zapatero y le sugiere que posponga su vuelta a España porque aún hay opciones de alcanzar un acuerdo, y en ese último esfuerzo surgen propuestas como la de celebrar los comicios municipales en marzo, elegir al presidente de la República en septiembre, habilitar la Asamblea Nacional o crear una comisión para atender la crisis económica y la humanitaria.

29 de julio, fin del diálogo

Sin embargo, el viernes 29 de julio se truncan las conversaciones y tanto López como el líder opositor Henrique Capriles llaman a no votar en las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente y a protestar en la calle.

Ese día tuvo lugar la última reunión, que no fue en la residencia del embajador español, sino en un hotel de Caracas, según dice el artículo, que indica que Zapatero escribió un documento para lograr unos acuerdos mínimos que al final no prosperó y que hizo que Maduro llamara desagradecido al expresidente del Gobierno español.

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