La dimisión de una ministra estrecha el cerco ‘tory’ contra Liz Truss: trata de que renuncie para evitar elecciones
El Partido Conservador británico estrecha cada día un poco más el cerco contra la primera ministra británica, Liz Truss, por el error de su plan fiscal. Este miércoles, la ministra del Interior de Reino Unido, Suella Braverman, ha presentado su dimisión a la primera ministra en un contexto especialmente delicado para el Gobierno británico por la fallida política económica, que ya derivó la semana pasada en la salida del titular de Finanzas.
Braverman, antigua fiscal general, asumió su actual cargo con el ascenso de Truss al poder, hace algo más de un mes. Ambas han mantenido una reunión en la que la titular de Interior ha presentado su renuncia, según fuentes de la BBC, que la desvinculan de un supuesto malestar interno.
La ministra saliente generó polémica después de asegurar que su «sueño», su «obsesión», era ver cómo un avión deporta hacia Ruanda a quienes piden asilo en Reino Unido, en relación a la polémica medida migratoria con la que Londres pretende enviar al país africano a quienes lleguen irregularmente al país mientras dirimen qué hacer con sus solicitudes.
La pasada semana fue el ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, quien dejó su cargo, destituido por el citado plan fiscal, en un intento de Truss de salvar su cargo. Kwasi Kwarteng estaba considerado el artífice de un polémico plan de reforma fiscal que habían puesto en duda los mercados e incluso miembros del Partido Conservador, que se plantean ahora incluso elevar la presión sobre la jefa de Gobierno, según fuentes citadas por la BBC.
Kwarteng es el segundo titular de Finanzas que menos tiempo ha estado en el cargo, ya que asumió el puesto el 7 de septiembre, tras la llegada de Truss a Downing Street. Ha sido cesado tras interrumpir un viaje a Estados Unidos y apenas unas horas después de aterrizar en Reino Unido, donde ya estaban las espadas en alto. El Ejecutivo puso sobre la mesa recortes fiscales por valor de 45.000 millones de libras que no han convencido ni al entorno financiero ni al político y que, en términos de divisas, ha puesto a la libra contra las cuerdas. Truss ya se vio obligada a retirar en cuestión de días la propuesta para rebajar del 45 al 40 por ciento el impuesto sobre la renta para las grandes fortunas.