Obama presume de que «si me volviera a presentar, ganaría por tercera vez»

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Obama, brindando con cerveza.

No habrá querido, pero la frase es un torpedo en la misma línea de flotación de la ex candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton. «Si me volviera a presentar, ganaría de nuevo», ha dicho Barack Obama. La derrota de su ex secretaria de Estado en las elecciones del 8 de noviembre se sella, así, como un fracaso no del partido, ni de las ideas, sino de la cabeza de cartel. Al menos, en opinión del presidente saliente de Estados Unidos.

Según Obama, el país sigue aceptando su visión política, a pesar de que Donald Trump haya ganado las elecciones para sucederle. En una entrevista en el programa ‘The Axe Files’, dirigido por su ex consejero David Axelrod y producido por la CNN y la Universidad de Chicago, Obama, que concluye su mandato dentro de tres semanas, dijo que pensaba que el público estadounidense todavía apoyaba su visión progresista y rechazó las críticas que afirmaban que tal visión no era más que un sueño.

«Confío en esta visión porque confío en que si me hubiera presentado otra vez y la hubiera articulado, habría movilizado a la mayoría del pueblo estadounidense para sumarse a ella», ha dicho. «Tras las elecciones y la victoria de Trump, muchos insinuaron que, en cierta forma, no era más que un sueño. […] Pero la cultura ha cambiado, y la mayoría adhiere a la noción de una América única tolerante, diversa, abierta y llena de energía y de dinamismo», afirmó.

El presidente se ha mostrado filosófico y algo triste acerca de la derrota de los demócratas en las elecciones presidenciales, en las que, contrariamente a la mayoría de las previsiones, Trump se impuso a la candidata demócrata Hillary Clinton.

El presidente ha recordado que el Partido Demócrata ganó el voto popular pero ha lamentado que «no tenemos una buena distribución de la población» de electores demócratas, con «un millón de votos desperdiciados en Brooklyn».

«Una nueva generación» de líderes

De ahí derivan sus prioridades a largo plazo: ayudar a «construir la próxima generación de dirigentes, de organizadores, de periodistas, de políticos. Les he visto en Estados Unidos y les he visto en todo el mundo». «Quiero utilizar mi corazón presidencial como mecanismo para desarrollar la próxima generación de talentos», señaló.

El dirigente ha anunciado que a corto pazo, tras su marcha de la Casa Blanca el próximo 20 de enero, sus intenciones son «dormir, llevar a mi mujer de vacaciones» y que tiene «ganas de escribir».

«Necesito estar tranquilo un tiempo. No quiero decir políticamente, sino interiormente […] Hay que sincronizar con uno mismo y absorber lo que ha pasado antes de tomar buenas decisiones», explicó.

Pero por ahora no se plantea implicarse en la política cotidiana, lo que «inhibiría el desarrollo de nuevas voces». «Sigo siendo un ciudadano, lo que implica derechos y obligaciones», afirmó el mandatario, sin descartar la posibilidad de intervenir en caso de «problemas sobre los fundamentos de nuestra democracia».

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