Fiama ofrece detalles del problema de salud que casi acaba con su vida
Fiama, entre lágrimas, ha dado a conocer esta historia
![Fiama](https://okdiario.com/img/2021/05/19/fiama-655x368.jpg)
Fiama, quien fuera participante de la primera y tercera edición de ‘La isla de las tentaciones’, ha dado a conocer en ‘Mtmad’ uno de los episodios más complicados de su vida. Aprovechando que explicaba el significado de todos sus tatuajes, habló de ese grave problema médico que casi acaba con su vida.
La joven asegura que un día, estando con sus amigos antes de acudir a un concierto, empezó a molestarle mucho la garganta. Por aquel entonces tan solo tenía 17 años. La protagonista relata que “seguí hablando con mis amigos y me empezó a salir sangre por la boca, por la nariz… pero como una cascada de sangre. Era una pasada”.
Sus amigos, asustados, decidieron llevarla a urgencias. Los médicos no entendían qué era lo que le estaba pasando. A pesar de que continuaba sangrando, de un momento a otro dejó de brotar sangre. Fiama, visiblemente emocionada en su vídeo de ‘Mtmad’, desveló que cuando le dieron el alta comenzó a sangrar de nuevo, por lo que la derivaron a la unidad de críticos.
La familia, de dos en dos, comenzó a entrar en la sala para poder despedirse de ella. Una vez logró salir de críticos, reconoce que “los médicos les habían dicho (a los familiares) que yo me moría y que les habían dejado entrar a la zona crítica para despedirse”. Lo que es un hecho es que lo que le había sucedido no era muy común, ya que la mayoría con un estado más leve se moría.
Fiama logró sobrevivir a nada más y nada menos que tres sangrados masivos: “Me dijeron que iban a esperar a que tuviera el siguiente sangrado para sedarme, y ahí acabaría mi vida”. La canaria desveló que “no derramé ni una lágrima, me quedé muy tranquila y decidí que lo que iba a hacer era estar bien, ser feliz. Me despertaba cada día y me maquillaba y me peinaba, me ponía a hacer chistes”.
“Quería que, si me iba, el recuerdo que tuviera mi gente de mí fuera el de una persona feliz, no triste”, aseguró la protagonista de la historia. A tal punto llegó el asunto que la canaria llegó a planificar su funeral: “Dije que quería que todos fueran de rojo y blanco, quería que mis cenizas las llevasen los motores porque mi padre es motero y les pedí que hicieran un cocktail”.
El día que volvió a sangrar pidió que entraran sus padres para despedirse de ellos antes de que la sedaran. En ese momento les dio gracias por la vida que le habían dado y les dejó un mensaje: “No era justo que no se volvieran a enamorar por el hecho de tener una hija. Yo creía que lo mejor era que se separaran, básicamente”.
Es entonces cuando llegó ese milagro que tanto esperaban: “Me operaron porque, cuando me iban a sedar, una doctora que estaba allí, neumóloga de prácticas, se volvió loca cuando se enteró de que, con diecisiete años, me iban a sedar”. De ahí que propusiera la opción de operarla, aunque las perspectivas no eran para nada buenas.
Y es que la canaria no solo sangraba, sino que tenía fiebre y, además, había comido. “Las posibilidades eran mínimas”, pero había que correr el riesgo. La operación se llevó a cabo, quitándole medio pulmón. Al salir del quirófano, los pulmones no funcionaban así que estuvo varios días intubada: “Cuando iban a hacer la traqueotomía miraron cómo tenía los pulmones, pero cuando dijeron la palabra bisturí empezaron a funcionar”. Por eso Fiama lleva dibujada una catrina en el brazo, porque “se ríe de la muerte”.